Medicina sorprendente
PROFESOR de Clásicas en la Universidad de Wisconsin, McKeown es autor de otros libros escritos con la misma intención que éste y también centrados en el estudio de la Antigüedad. En esta ocasión, presenta un conjunto de hechos, anécdotas y textos relacionados con la medicina en Grecia y Roma. Se trata de historias sorprendentes en las que la medicina se mezcla con la religión, la magia, los prejuicios y las supersticiones.
Son muchísimos los ejemplos que aparecen, muchos de ellos disparatados, como el emplear una víbora estrangulada para ahuyentar la amigdalitis, o el uso de amuletos para curar la migraña y hasta la alopecia. McKeown recupera algunos textos que leídos hoy parecen más de la sección de humor de un periódico; por ejemplo, este: “puede retrasarse la pubertad untando sangre de murciélago sobre los pechos de las niñas y sobre los testículos de los niños”. Como escribe el autor, su intención con este recopilatorio de textos y anécdotas es “proporcionar bellos destellos de la medicina en el pasado lejano que ofrecen entretenimiento más que conocimiento”. Pero hay también muchas ideas sugerentes, puesto que el libro es también un prontuario sobre la perennidad de las constantes humanas. Este consejo de Hipócrates vale para hoy día: “Un médico no debe acudir a la poesía para fundamentar sus opiniones, pues semejante fervor indica incompetencia”./