Domingo Soler volvió a tener una experiencia mística con la aparición del padre Germán, a quien ella consideraba su guía espiritual
de su enfermedad. Fue el médico homeópata Dr. Hysern quien la salvó de la ceguera y, a pesar de ser un declarado materialista, le regaló un número de un periódico que cambiaría la vida de Amalia para siempre: El Criterio, un conocido boletín espiritista de la época. La lectura abrió todo un mundo de interrogantes y preguntas en la mente de Amalia, quien ya tenía experiencia escribiendo y publicando en otros medios. La joven sevillana empezó a estudiar, investigar y a escribir para diversos medios espíritas. Sus artículos cautivaron al público y, poco a poco, fue convirtiéndose en una de las primeras espadas del movimiento espiritista español. En 1876 se mudó a Barcelona, invitada por el centro espiritista La Buena Nueva y con el fin de encontrar mejores oportunidades de trabajo en la capital catalana.
En 1879, Amalia Domingo Soler volvió a tener una experiencia mística, con la aparición del padre Germán, a quien ella consideraba su guía espiritual, y quien le transmitió los mensajes que ella compiló, en gran parte, en un libro titulado Memorias del Padre Germán (1880), su obra más conocida en América Latina, España y Portugal. Pero si hay algo en lo que realmente destacó a la hora de dinamizar el movimiento espiritista en España, dándole visibilidad y proyección internacional, fue en la labor periodística, particularmente durante el periodo en el que fue directora del periódico La Luz del Porvenir. Ya el primer número, en el que publicó un artículo titulado “La Idea de Dios” se ganó una severa denuncia por parte de las autoridades y haciendo que el periódico no pudiera volver a salir a la luz durante un periodo de suspensión de 42 semanas. Pero Amalia, quien ya tenía experiencia en aquello de lidiar con las dificultades de la vida y no se amilanaba con facilidad, lanzó otro periódico titulado El Eco de la Verdad a la espera de que levantasen la suspensión, de modo que la publicación circuló tras el decreto del rey Alfonso XII. Recordemos que estamos hablando de una época en la que la religión oficial de España era el catolicismo y cualquier movimiento que pudiera ser considerado como una firme competencia al cristianismo era duramente combatido. En cualquier caso, Amalia Domingo Soler consiguió sacar adelante sus publicaciones, colaboró en varios periódicos, y escribió más de una decena de libros relacionados con la doctrina espírita.