Heredero a la corona con un mes
FERNANDO había nacido en el Palacio Real de El Escorial el 14 de octubre de 1784. Ese mismo día fue bautizado. Recibió el nombre de Fernando María, seguido, como era costumbre, de muchos otros hasta veintitrés, los de santos a los que Carlos IV profesaba especial devoción: Francisco de Paula, Domingo, Vicente Ferrer, Antonio, José, Joaquín, Pascual, Diego, Juan Nepomuceno, Genaro, Francisco, Francisco Javier, Rafael, Miguel, Gabriel, Calixto, Cayetano, Fausto, Luis, Ramón, Gregorio, Lorenzo y Jerónimo. Otros hijos del monarca llevaron asimismo estos nombres en distinto orden. En el momento de su nacimiento Fernando era el tercer varón en la sucesión a la corona. Le precedían sus hermanos gemelos Carlos y Felipe, ambos nacidos trece meses antes, el 5 de septiembre de 1783.Tres días después de venir al mundo Fernando, falleció Felipe, y un mes más tarde, Carlos. En consecuencia, a partir del primer mes de su existencia, Fernando pasó a ser el heredero de la corona.
Su jura como príncipe de Asturias dejaba resuelta formalmente la sucesión. En la práctica, sin embargo, esto no era tan evidente.Todo dependía de su supervivencia y de la de su hermano Carlos María Isidro, los dos hijos varones del rey, pero cualquier vaticinio sobre el particular resultaba aventurado. El primero era de naturaleza enfermiza (en la partida de confirmación, febrero de 1788, se dice que “estaba gravemente enfermo y de algún peligro”) y el segundo contaba sólo año y medio en 1789, y a la vista de los antecedentes familiares, pues los cuatro varones que les precedieron habían fallecido antes de cumplir los tres años de edad, no se podía dar nada por seguro. La supervivencia de las tres niñas nacidas antes que los mencionados infantes, sin embargo, parecía mucho más garantizada: en 1789 Carlota Joaquina contaba catorce años de edad, María Amalia, nueve, y María Luisa, siete.