Una tragedia europea
SI HA HABIDO una gran guerra europea previa al siglo XX, tanto si atendemos a su extensión territorial como a su número de víctimas, esa ha sido la Guerra de los Treinta Años (1618-1648). Las muertes se cifran en ocho millones de personas, de los que una cuarta parte eran alemanas; el mapa político y religioso centroeuropeo se vio drásticamente modificado y contó con la participación de todas las potencias del continente, además de un buen número de territorios aliados de entidad muy variada. Abordar el tema por tanto no es sencillo, y la exposición del trabajo no debe simplificarse, primera de las virtudes del libro que nos ocupa. Este es una obra de gran extensión, 1.000 páginas, lo que ha obligado a editarla en dos volúmenes. El primero de los mismos trata los orígenes del conflicto y las llamadas fases bohemia y danesa, esto es, la guerra hasta el año 1630, de manera minuciosa y con un buen manejo de las fuentes. Hemos de destacar su distanciamiento de las clásicas versiones anglosajonas al tratar sobre el Imperio Español, ofreciendo una visión personal y fundamentada del mismo, aunque adolece de un manejo profundo de la nutrida bibliografía española. Los aspectos que aborda en cada caso son muy amplios: militares, económicos, dinásticos, de liderazgo… El trabajo se redondea con árboles genealógicos, mapas, tablas de datos y planos de batallas que facilitan la comprensión de un conflicto tan complejo. Tan sólo lamentar el que hayan extraído de la presente edición el extenso índice de 70 páginas que facilitaba el moverse con rapidez por el texto, algo comprensible por otro lado. En definitiva, estamos ante un buen libro, escrito con un estilo fluido y ameno al que merece la pena dedicarle varias tardes de lectura reposada.