EN CONTRA
CORRUPCIÓN EN LA CORTE
Los casos de corrupción política no son exclusivos de la era presente, también estuvieron a la orden del día en el pasado, y es probable que, por desgracia, sigan formando parte de la escena política en el futuro. Parece que la ambición humana es muy generosa, y puedes coger tanta como quieras, que no tiene fin. Y parece que Fernando VII no se libró de los escándalos de corrupción adscritos a su persona.
El reinado de este Borbón fue extremadamente complejo. A sus pies, tenía un país devastado por la guerra, unas arcas públicas expoliadas, un país hambriento y unas tropas mermadas con serias dificultades para salvar las colonias americanas, que estaban a punto de perderse, y con ellas, gran parte del poderío económico y político de la Corona Española. Muchos, en su lugar, habrían tirado la toalla. Los expertos aseguran que habría hecho falta que el monarca contase entre sus filas con un consejo de ministros excepcionalmente brillantes y capaces para sacar al país de la situación en la que se encontraba, y que aún así, la tarea habría sido ardua y a costa de no pocos sacrificios. Pero Fernando VII apenas contaba con un par de ministros de talla estadista, y el primero que no parecía dispuesto a hacer sacrificios y apretarse el cinturón, fue él, ya que fue amigo de eso que hoy en día los jueces modernos habrían dado en llamar “la operación rusa” o “la trama del Zar” y tiene que ver con la compra de una flota de barcos rusos que el monarca le compró a su amigo el Zar, aprovechando las condiciones de la marina de guerra española –que en aquellos momentos se encontraba muy deteriorada– y ante la necesidad de defender sus colonias en territorio americano. Pero esta operación fue en realidad una engañifa gracias a la cual tanto el rey como sus amigachos se enriquecieron repartiéndose las comisiones de esta compra que, a diferencia de las precedentes, se hizo a espaldas de los marinos profesionales. Obviamente, cuando a éstos les hicieron entrega de los barcos que había comprado el rey, pronto descubrieron que estaban todos rotos e inservibles, con los cascos podridos. No contento con la estafa, Fernando VII se dedicó a destituir a todos los marinos que osaron informarle del lamentable estado de aquellos barcos.
"SE ACOMETIERON ACTUACIONES DE IMPORTANCIA, COMO RESTAURAR EL OBSERVATORIO ASTRONÓMICO O LA CREACIÓN DEL MUSEO DEL PRADO"
AB: ¿En el Louvre?
H: Pues no. Se encuentra en el Museo del Prado de Madrid. ¿Y sabes quién lo fundó? Pues Fernando VII. Fue un hombre cultivado, amante de la lectura, la música, la ciencia, el teatro, la pintura, un gran coleccionista de arte. Supo rodearse de buenos artistas en la corte, y fue mecenas de pintores de la talla de Goya, López Portaña o Madrazo. Le encantaba leer, e incluso tocaba la guitarra. Durante su reinado se acometieron actuaciones de gran importancia, como la restauración del Observatorio Astronómico y la reestructuración del Real Gabinete de Máquinas. Además, fue un rey muy sociable.
AB: ¿Lo dices porque le gustaba irse de putas?
H: Jajajajaja. Por eso y porque tenía aficiones de lo más mundanas, y le gustaba mezclarse con gente sencilla. Fernando VII supo acercarse al pueblo, acortar distancias con sus súbditos. En este sentido, fue el primer rey moderno de la historia.
AB: Lo que fue es un rey que supo sacar rendimiento político y propagandístico mezclándose con la masa, haciendo alarde de un carácter cercano y bonachón. Era, para hacernos una idea, como un candidato en plena campaña electoral, sólo que en una época en la que no había elecciones.
H: Ya, pero quería saber cuáles eran las aspiraciones y necesidades de la gente, y se esmeraba en cumplírselas.
AB: Siempre y cuando no fueran en detrimento de su persona, claro.
"COMO LA MARINA MILITAR ESTABA DETERIORADA Y ERA PRECISO ADQUIRIR BARCOS, LE COMPRÓ UNA FLOTA A SU AMIGO EL ZAR"
H: Ya, pero jamás tuvo problemas a la hora de hacer concesiones, aunque sólo fuera por ganarse el favor de su pueblo. Ya podrían tomar nota algunos alcaldes… No seas tan dura con el pobre hombre. Date cuenta que muchos, en su lugar, habrían tirado la toalla. Habría hecho falta que el monarca contase entre sus filas con un consejo de ministros excepcionalmente brillantes y capaces para sacar al país de la situación en la que se encontraba, y que aún así, la tarea habría sido ardua y a costa de no pocos sacrificios.
AB: Un corrupto de mierda, eso es lo que era. El pueblo muriéndose de hambre, devastado por la guerra, y a él no se le ocurre otra cosa que jugar a los chanchullos. Menuda tajada sacó con lo que hoy en día, en la jerga judicial, habríamos llamado “la trama del Zar”. Como la marina militar estaba muy deteriorada y era preciso adquirir barcos para defender el territorio americano, le compró una flota a su amigo el zar, una operación que en realidad fue una engañifa, y gracias a la cual tanto el rey como sus amigachos se enriquecieron repartiéndose las comisiones de esta compra que, a diferencia de las precedentes, se hizo a espaldas de los marinos profesionales. Obviamente, cuando les hicieron entrega de los barcos que había comprado el rey a los militares de la marina, pronto descubrieron que estaban todos rotos e