La Cola de CACABELOS
Tal como se ha comentado, hay dos grandes refrescos de cola en el mundo, al menos por su potencia comercial: Coca-Cola y Pepsi. Ahora bien, no son los únicos y, de hecho, han aparecido a lo largo del último siglo infinidad de variantes. Son muy curiosos, por ejemplo, los refrescos de cola producidos en Oriente Medio o Asia menor, como la Cola Turka o la Mecca Cola, lanzada ésta última al mercado en 2002 como alternativa a los gigantes de la cola estadounidenses. En Irán es muy conocida la Parsi Cola y, también, la Zam Zam Cola. De la antigua República Democrática Alemana provenía una cola comercializada hoy en toda Alemania llamada Vita Cola, donde también se puede encontrar otro competidor surgido en los años treinta, la Afri-Cola.
Ante tanto refresco de cola, no extrañará que en tierras de León surgiera también un competidor dispuesto a comerse el mundo: La ColaYork. Este refresco de cola nació en la entrañable localidad berciana de Cacabelos, provincia de León. Fue la apuesta de un comerciante local para hacer un producto capaz de competir con el omnipresente refresco americano. Antonio Guerra, como se llamaba el visionario emprendedor detrás de la ColaYork, tenía ya amplia experiencia con la comercialización de todo tipo de productos, sobre todo bebidas alcohólicas. Tal como decía su publicidad, la ColaYork es “la Coca-Cola de aquí”, así te lo vendían. Y no era ninguna broma, la cola berciana comenzó a expandirse a finales de los cincuenta y parecía que iba a dar un gran salto hasta que la polémica por su arriesgada estrategia comercial, con pleito judicial incluido con Coca-Cola, terminó por cortarles las alas, convirtiéndose la ColaYork en un pintoresco eco de un pasado no tan lejano.