LA REVOLUCIÓN silenciosa
■¿Por qué hacemos lo que hacemos? ¿Qué nos impulsa a arriesgarnos? A veces es la juventud –con esa mezcla de osadía e inconsciencia que la caracteriza–; a veces, por qué no, el reconocimiento de unos valores de integridad o solidaridad que creíamos ausentes... El cine siempre está al tanto de todo lo que ocurre en el mundo. Ahora llega a la gran pantalla una película que lo demuestra.
La revolución silenciosa, una cinta alemana que viene avalada por el aplauso unánime de la crítica de aquel país –ha sido nominada a la mejor película en los Premios del Cine Alemán–, es la historia de una toma de conciencia, la de unos estudiantes de secundaria que, en 1956, se enteran de la represión del ejército soviético en Hungría y resuelven guardar dos minutos de silencio por las víctimas. La realidad de la tiranía les ha abofeteado en un cine de Berlín Occidental, donde la información circula libremente; pero su colegio se encuentra en la zona Este (hay que precisar que el Muro no se había levantado todavía). ¿Cómo se tomarán las autoridades académicas su determinación? ¿Cabe homenajear a los “enemigos” de tus camaradas? La porfía es de envergadura,
porque, en una época tan ideologizada como aquella, un simple gesto podía devenir una crisis de consecuencias imprevisibles.
CAZA DE BRUJAS
Y es a eso, precisamente, a lo que se enfrentan los chicos: a la cerrazón de sus mayores, que, en el fondo, tenían la sartén por el mango y sabían pulsar las teclas para intimidarlos. La caza de brujas se pone en marcha, el centro acecha al “cabecilla” de ese acto “contrarrevolucionario”, el ministro de Educación interviene para echar más leña al fuego, y el miedo acogota a los familiares de esos rebeldes con causa.
El director, Lars Kraume (El caso Fritz Bauer), acierta a reflejar la intensidad de una epopeya íntima basada en hechos reales. El cineasta ha adaptado la novela testimonial de Dietrich Garstka, recientemente fallecido; y lo ha hecho con tanto talento como humanidad y empatía. Al frente del reparto, se encuentran algunas de las estrellas emergentes de la nueva cinematografía alemana, que está seduciendo a públicos de todos los países por su mirada honesta y desprejuiciada sobre la historia reciente del país.
La revolución silenciosa habla del ignorado coraje que todos llevamos dentro, y de la necesaria desobediencia civil, que sobrevuela los castigos de un sistema rabioso y falto de razón. Hay quien ha comparado esta obra con
El club de los poetas muertos, el clásico de Peter Weir que estremeció a toda una generación. Tiene esa fuerza, esa vitalidad electrizante, pero aquí el contexto es todavía más austero, más opresivo. En el fondo, Lars Kraume ha retratado la eterna lucha entre el totalitarismo y la libertad, entre el pasado y el futuro, para recordarnos que la libertad y el futuro siempre ganan…, aunque sea tarde y mal.