LOS PAPAS ANTE LA INQUISICIÓN
■ Gregorio IX tomó las riendas de la Inquisición y sus sucesores en la cátedra de Pedro mantuvieron o ampliaron sus prerrogativas (algunos, como Nicolás III en el siglo XIII, o Alejandro VI y Pío V en el XVI, se desempeñaron como inquisidores). En el siglo XV, Inocencio VIII consintió la primera caza de brujas en Alemania, a la par que inspiró el Malleus Maleficarum. Su sucesor, Sixto IV, le puso algún reparo, pero estableció un inquisidor en Sevilla siguiendo los dictados de Fernando II de Aragón. Los aires de la Ilustración y la Revolución Francesa le cortaron la hierba bajo los pies, pero la reacción le devolvió su fuerza; así, Pío VII la restauró a comienzos del XVIII. No obstante, era ya un tribunal obsoleto. Rebautizada como Sagrada Congregación del Santo Oficio, Pablo VI le puso otro nombre en 1965: Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe en 1965. Ya no es sagrada.