El partido SINDICALISTA
La clara deriva izquierdista y obrerista del FSR, alejada ya totalmente del falangismo y del pensamiento joseantoniano, motivaron que en octubre de 1976 esta formación desapareciera en favor de un nuevo partido político creado, el Partido Sindicalista, tal y como recoge el diario Informaciones del 20 de octubre de 1976: “El Frente Sindicalista Revolucionario (F.S.R.) ha decidido constituirse en Partido Sindicalista, inspirado en la línea política del partido fundado por Ángel Pestaña, ‘como expresión realista de la herencia libertaria de nuestro pueblo’, según se ha informado en un comunicado hecho público en la tarde de ayer. La comisión gestora está constituida por don José Luis Rubio Cordón, don Fernando Flores Fernández, don Javier Espinosa de Pablo, doña María Bautista Bilbao Bilbao, don Valentín García Gómez, don Pedro Serrad Betrán y don Juan Cabeza de Geo”.
Poco después, el 8 de febrero de 1977, el diario Pueblo presentaba las líneas del nuevo partido: “Los miembros del recién creado P. S., Javier Espinosa, secretario de organización; José Luis Rubio Cordón, secretario general, y Antonio Sesmero, secretario político, definieron el Partido Sindicalista como de clase, en el más amplio sentido, democrático, en oposición a cualquier tipo de dictadura y socialista de concreción sindicalista. El Partido Sindicalista, renacido en 1976, se considera heredero y renovador del partido creado en 1934 por Ángel Pestaña, pero no su continuador dogmático. Los objetivos de la reconstrucción del Partido Sindicalista se concretan en el rechazo a la transformación del Sindicato en una pieza del sistema capitalista y de la aspiración, por el contrario, a la conquista sindical del poder económico. En él están integrados diversos elementos del Frente Revolucionario Sindical (F. R. S.). sindicalistas independientes y miembros del antiguo Partido Sindicalista. Defienden el proceso de unidad sindical desde una perspectiva plural, es decir, una libertad de corrientes dentro de una central sindical única de trabajadores. De cara a las elecciones, el Partido Sindicalista está dispuesto a participar en una alianza de partidos que sean claramente de clase trabajadora, democráticos y socialistas”.
Con la desaparición, o más bien disolución del FSR en el nuevo Partido Sindicalista en 1976 (este a su vez cayó en la marginalidad, pasando sus dirigentes a integrarse en otras formaciones como el PASOC o IU), se puso fin al último intento serio de unir el pensamiento falangista y joseantoniano en su sentido social y revolucionario con los ideales y doctrinas del movimiento obrero español, especialmente con el sindicalismo revolucionario de Pestaña y de la CNT.