“UNA IGLESIA… indigna"
En 1703 el famoso historiador y benedictino gallego padre Martín Sarmiento describía la iglesia de San Andrés de Teixido como “pequeña, bella e indigna, en la que aparte del retablo no existía adorno alguno”. esa austeridad y sobriedad en las formas se ha mantenido hasta hoy. San Andrés de Teixido no reclamaba a los peregrinos por cuestiones estéticas o artísticas. No eran el oro o la plata, los mármoles o las cristaleras policromadas el imán que atraía a los devotos, sino otra cosa…
No obstante, y posterior a la visita del padre Sarmiento, estos elementos arquitectónicos del templo se complementaron con la edificación de una nueva fachada, de color muy característico y que destaca sobre el resto de edificios del pueblo, y la torre del campanario, concluida en 1781 gracias a los pingües beneficios que aportaban las romerías de la época, y las crecientes peregrinaciones al santuario. La capilla mayor, que hoy disfrutamos los visitantes, fue concluida por Miguel López de la Peña en 1789. Y hasta bien entrado el siglo XX, concretamente hasta 1970, no se descubrieron pinturas murales con la representación del martirio de San Andrés.