EL SUR profundo
Con su tercera novela, Jesmyn Ward ha conseguido por segunda vez el prestigioso National Book Award. La canción de los vivos y los muertos mezcla dos universos paralelos: el real y el imaginario. El primero está formado por una familia interracial que vive en Mississippi: Jojo, de 13 años, y su hermana menor Michaela –Kayla– son los hijos de Leonie, una mujer de raza negra adicta a las drogas. Todos viven con los abuelos maternos, cuyo carácter bondadoso contrasta con el racismo que envenena a los abuelos paternos y que les impide aceptar la relación de su hijo, Michael, que está en la cárcel, con Leonie. Gran parte de la historia se desarrolla en la carretera: Leonie, sus hijos y una amiga del trabajo se dirigen a la cárcel a recoger a Michael, que ha cumplido su condena. A su vez, el plano imaginario adensa la trama mediante el concurso de personajes ya fallecidos –el hermano de Leonie, Given, y un recluso de la prisión–. La atmósfera, muy cruda, queda fijada desde la primera escena, en la que el abuelo muestra a Jojo cómo matar y descuartizar a una cabra. La autora triunfa en el ejercicio de alternar las distintas voces de los narradores, Leonie y su hijo Jojo./A.F.D.