Un “modelo” para la juventud
› En mayo de 1968, mientras estallaban las revueltas estudiantiles en media Europa, los primeros madelman llegaban a las jugueterías españolas. “Más que un amigo, un compañero” y “Lo pueden todo” fueron sus primeros eslóganes comerciales. Los trajes de tela, los cuidados accesorios, la capacidad de articulación… todo en aquel nuevo juguete era innovador. Como el Seat 600, la televisión o la minifalda, reflejos de los cambios que se estaban dando en la España de finales de los 60 que miraba con interés al industrializado mercado capitalista occidental. Según la prensa de la época, los madelman querían orientar a los niños españoles para encontrar el modelo profesional de su futuro.