EL MEDITERRÁNEO: el centro de todo
Nicolau d’Olwer (1888-1961) fue un intelectual catalán, un humanista del noucentisme, al decir de Jordi Amat, autor del prólogo de esta edición. Lo presenta como un especialista en las lenguas clásicas y en sus respectivas culturas y también lo fue de la literatura catalana. Se exilió en tres ocasiones: durante la Dictadura de Primo de Rivera, a distintas ciudades italianas; en la Guerra Civil, a París, y ya en la época franquista, a México, donde falleció.
Ahora se publica por primera vez en castellano El pont de la mar blava (1928), quizá su obra más exquisita, que recoge la antigua creencia de un puente tendido sobre el Mediterráneo, que unía Europa con África y dividía ese mar en dos lagos, el de oriente y occidente. Desde tiempos remotos, ese mar ha bañado las costas de los lugares en que se han desarrollado las grandes culturas: la árabe y la judía, la macedonia, la griega y la romana, la fenicia y la cartaginesa. Nicolau d’Olwer se centra en las zonas cercanas a los puntos de apoyo del puente del mar azul: de la península italiana, o Sicilia, o Malta, a las costas del norte de África. Busca siempre las imbricaciones, los lazos que unen cada uno de los lugares de los que habla con la historia y los intereses catalanes./A.T.