GESTAS DE LA MAR
El profesor Rodríguez González es Doctor en Historia y miembro de la Real Academia de Historia. Ha escrito numerosos libros sobre temas de su especialidad y muchos de ellos sobre la Armada. Los dos últimos llevaban por título Señores del mar: los grandes y olvidados capitanes de la Real Armada (2018) y Álvaro de Bazán: Capitán General del Mar Océano (2017).
En La primera vuelta al mundo. 1519-1522 relata una de las gestas más apasionantes de la historia del mundo: el viaje realizado por Magallanes y rematado por Elcano en el que consiguieron dar la vuelta completa al globo terráqueo. Algo que supuso tres años de navegación, en galeones y galeras, con unos medios desproporcionados para la enorme distancia que tenían que recorrer, y más aún para defenderse de las distintas dificultades y penalidades que iban a atravesar.
Los títulos de algunos de los capítulos del libro nos dan una idea completa del alcance de su gesta: "La navegación hasta la Patagonia", "El Estrecho, un naufragio y una deserción", "El inmenso Pacífico y el escorbuto", "La muerte de Magallanes", "La vuelta al mundo de Drake". Termina el libro con un último capítulo de título sugerente:
"Otras vueltas al mundo y un hermoso velero". Libro escrito desde una perspectiva muy marítima que resulta un homenaje a una gesta que a menudo se despacha en pocas páginas o como una mera anécdota histórica./A.T.
Narváez. Por aguas inexploradas es el último libro del historiador Jim McDowell, que ya en 1988 escribió José María Narváez: El explorador olvidado. McDowell estudió Historia en la Universidad de Standford, ha sido profesor en California y Washington y ahora en la Universidad Simon Frasera en Canadá. Ha centrado su atención en el marino español José María Narváez (1768-1840), navegante y cartógrafo, que formó parte de las expediciones que exploraron la costa de lo que hoy es Canadá, al noreste del Pacífico.
Cuando aún era un joven piloto, lo que sería hoy primer oficial en la marina, con solo 23 años tuvo que tomar el mando de la expedición de la que formaba parte al ponerse enfermo su capitán, Francisco Eliza. Y lo hizo sin arredrarse, llevando a cabo la exploración prevista. En la historia militar y en la cartografía se anotan muchos de sus logros: encabezó la primera exploración europea del estrecho de Georgia, descubrió el mar de Salish, cartografió el interior de las ensenadas de la costa oeste de la isla de Vancouver, descubrió un mar interior (Salish Sea), trazó el golfo y fundó lo que hoy es la ciudad canadiense de Vancouver. Si McDowell lo llama “el explorador olvidado” es porque piensa que sus proezas hubieran merecido un mejor trato; incluso en su opinión la ciudad de Vancouver hubiera debido llevar su nombre.
El autor recoge bien la valentía de aquellos marinos en pequeñas goletas, por mares y costas que no se habían explorado antes. Un buen libro para amantes de la historia y de la marina./A.T.