¿EL FINAL?
LA TREGUA HISPANO-TURCA DE 1578
Durante el siglo XVI la monarquía de Habsburgo se enfrentó en repetidas ocasiones a los turcos, alternándose entre dichas potencias las victorias y las derrotas. Así, los otomanos se apoderaron de Chipre y Túnez y avanzaron hasta las mismas puertas de Viena. Los Habsburgo respondieron con contundencia y consiguieron una victoria decisiva en la batalla de Lepanto, amén de hacerse con Melilla, Orán, Bujía o Argel.
Poco después de Lepanto, los venecianos optaron por abandonar la Liga Santa y firmaron la paz con los turcos, lo que dejó a España en una situación muy expuesta.
Siete años después, en 1578, se firmó un tratado de paz entre estos enemigos seculares. Como consecuencia del pacto, los piratas berberiscos perdieron el apoyo de los turcos, lo que posibilitó un despegue de las relaciones comerciales españolas en el Mediterráneo. Además, los turcos dejaron de apoyar activamente a los moriscos españoles, preparando el terreno para su posterior expulsión en 1609.