LOS MALOS DE LA PELÍCULA
Cuando Gerónimo nació el 1 de junio de 1821 en Sonora, California, llegó a ser más importante y conocido –y bien difícil que es– que el español que fundó esa localidad, el jesuita Jerónimo del Canal. Tan llamativas son las cosas que Gerónimo fue bautizado. Los documentos que lo atestiguan fueron encontrados recientemente. De hecho, aunque no lo creamos, los españoles elaboraron leyes y decretos para permitir que las tribus disfrutaran de las tierras en las que habían crecido. Su espíritu guerrero y de lucha fue el que hizo que se convirtieran en los malos de las películas de indios y vaqueros. Ellos eran los brutos, los salvajes... ¡Eso es la leyenda negra! Los primeros contactos entre españoles y apaches se remontan al siglo XVII. Pese a vivir en una amplia zona del continente y tener una misma lengua, se caracterizaron por su ardor guerrero, si bien la evangelización acabó llegando a ellos. Vivían en tiendas, eran nómadas y usaban pieles para confeccionar sus trajes. Tenían sus cosas incomprensibles: eran polígamos pero castigaban con severidad el adulterio. El jesuita fray Alonso de Benavides dijo de ellos que eran "el crisol del esfuerzo de los españoles".