UN OBISPO DE MADRID ESTUVO EN EL CARGO MÁS DE 40 AÑOS?
En 1885 León XIII tomó una decisión largo tiempo esperada: elevar a la capital de España al rango de diócesis. El séptimo obispo fue el vigués Leopoldo Eijo y Garay, que había sido sucesivamente obispo de Tui y de Vitoria. A los 44 años, fue nombrado obispo de Madrid, dignidad que mantuvo hasta su fallecimiento a los 85 años. Su largo período como obispo le permitió ver los grandes cambios políticos de España en el siglo XX: la dictadura de Primo de Rivera, la caída de la monarquía, la Segunda República, la Guerra Civil –en la que mostró su apoyo, como toda la Iglesia, por el bando nacional– y el franquismo. En el plano cultural fue miembro de la Real Academia Española, la Real Academia de Ciencias Morales y Política y de la Real Academia Galega.