LA LEY DE MOORE
› Uno de los cofundadores de Intel, Gordon E. Moore, estableció en 1965 una “ley”, que hoy lleva su nombre, por la cual “cada dos años se duplica el número de transistores
que pueden instalarse en el interior de un microprocesador”. Hasta hoy, esta ley se ha venido cumpliendo pero, claro está, la miniaturización tiene un límite y, por ello, desde hace tiempo se viene buscando un nuevo salto tecnológico que nos permita ir más allá (¿serán las novísimas computadoras cuánticas capaces de ello?). Con los circuitos integrados, cuyo alma son minúsculos transistores, ya tenemos la pieza maestra capaz de dar vida a un ordenador personal (sobre todo a través de su elemento principal: esa clase especial de circuito integrado que es el microprocesador), pero éstos no surgieron por entonces, todavía hubo que esperar un tiempo y un ingrediente fundamental, esto es, un nuevo enfoque.