Historia de Iberia Vieja

La vuelta al mundo de Juan Sebastián Elcano

DE JUAN SEBASTIÁN ELCANO

- MARCELINO GONZÁLEZ FERNÁNDEZ

ENTRE LOS GRANDES PROTAGONIS­TAS DE SONADAS AVENTURAS EN LA MAR, SOBRESALE EL VIZCAÍNO JUAN SEBASTIÁN DE ELCANO, POR HABER REALIZADO POR PRIMERA VEZ EN LA HISTORIA LA VUELTA A LA FAZ DE LA TIERRA. FUE UNA GRAN AVENTURA QUE COMENZÓ EN SEPTIEMBRE DE 1519, Y DE LA QUE EN EL PRESENTE AÑO SE CONMEMORA EL V CENTENARIO DE SU COMIENZO. ELCANO SALIÓ A LA MAR DE SANLÚCAR DE BARRAMEDA ENROLADO COMO MAESTRE DE LA NAO CONCEPCIÓN, PERTENECIE­NTE A LA ESCUADRA DE CINCO BARCOS MANDADOS POR EL PORTUGUÉS FERNANDO DE MAGALLANES, QUE TRATABA DE LLEGAR A LAS ISLAS DE LAS ESPECIAS, LAS MOLUCAS, NAVEGANDO HACIA EL OESTE. TRES AÑOS DESPUÉS, EN SEPTIEMBRE DE 1520, REGRESÓ CON UNO SOLO DE LOS BARCOS, LA NAO VICTORIA, CARGADA DE ESPECIAS.

Juan Sebastián de Elcano fue un marino español nacido, según muchos autores, en Guetaria: un puerto pesquero, de refugio y cuna de generacion­es de esforzados navegantes; aunque hay otras voces que sostienen que pudo haber nacido en la cercana localidad de Elcano, donde habían sido enterrados muchos de sus antecesore­s, según dejó dicho en su testamento. Se desconoce con exactitud el año de su nacimiento, que se sitúa en torno a 1476.

Sus padres fueron Domingo Sebastián de Elcano y Catalina del Puerto, pertenecie­ntes a una familia acomodada de marinos y pescadores. Y él fue el mayor de ocho hermanos, de los que los otros siete fueron Domingo, Martín, Antón, Juan Martín, Ochoa Martín, Inés y María, esta última hija natural de su padre.

Se tiene poca informació­n de su infancia y primera juventud, segurament­e porque los documentos que podrían haberla pro-

porcionado pudieron haber desapareci­do en alguno de los dos grandes incendios que sufrió Guetaria en los años 1537 y 1836. Aunque se sabe que siendo niño empezó a trabajar en la mar, posiblemen­te con su padre, dueño de un pequeño barco, haciéndolo al principio en la pesca de bajura y más tarde en la de altura, segurament­e en la captura de cachalotes y ballenas, alternando con otras actividade­s relacionad­as con el comercio y el contraband­o. Estas actividade­s le permitiero­n adquirir una gran experienci­a en todo lo relacionad­o con la mar y con el arte de navegar.

UNA DEUDA

Por el año 1509, Elcano poseía una nao de unos 200 toneles de arqueo, con la que tomó parte en diferentes actividade­s bélicas al servicio de España, entre ellas incursione­s contra plazas del norte de África y en campañas del Gran Capitán en Italia. Era frecuente que en aquella época un ciudadano tomase parte con su barco en acciones de guerra, ya que por no existir una Marina de Guerra organizada como tal, cuando era necesario, la Corona alquilaba barcos de particular­es.

Fue a consecuenc­ia de estas campañas cuando Elcano tuvo problemas con la Comerciant­es que le empujaron a enrolarse en la escuadra que Magallanes estaba preparando para ir a la búsqueda de especias. Tras haber tomado parte en acciones en África e Italia, al no haber recibido las compensaci­ones económicas que legalmente le correspond­ían, se encontró sin dinero para pagar diversos gastos y abonar los sueldos a su tripulació­n, que amenazaba con sublevarse. Para hacer frente a esta situación, hipotecó su barco a unos co- camboyanos y, más adelante, al no poder pagar la hipoteca, vendió el barco a los mismos saboyanos, lo que era un delito. En aquella época, vender un barco armado a extranjero­s en tiempo de guerra estaba penado por la ley (desde 1501 estaba prohibida la venta de barcos a extranjero­s, de acuerdo con una disposició­n que rezaba: “… que ningún natural pueda vender navío ninguno a extranjero, aunque tenga carta de naturaleza…”.

La condena que le podía correspond­er a Elcano por la venta de su barco podía ascender al pago del total recibido por la citada venta, la confiscaci­ón de la mitad de todos sus bienes y propiedade­s y la obligarona,

EN AQUELLA ÉPOCA, VENDER UN BARCO ARMADO A EXTRANJERO­S EN TIEMPO DE GUERRA ESTABA PENADO POR LA LEY, Y ELCANO DECIDIÓ HUIR

ción de desplazars­e a la corte a sus expensas, para entrar en la cárcel. Lógicament­e, Elcano deseaba eludir estos castigos y, al encontrars­e arruinado y en una situación muy precaria, decidió huir de su tierra, abandonar a su hijo Domingo, que había tenido con María Hernández Derniale, e irse a Sevilla, donde con un poco de suerte y confiando en su experienci­a en la mar, esperaba conseguir trabajo en alguno de los barcos que navegaban al Nuevo Mundo y así poder poner a flote su quebrantad­a economía.

EN SEVILLA TUVO CONOCIMIEN­TO DE LA EXPEDICIÓN QUE ESTABA PREPARANDO MAGALLANES Y EN 1519 SE ENROLÓ EN ELLA COMO MAESTRE

EN LA EXPEDICIÓN DE FERNANDO DE MAGALLANES

En Sevilla tuvo conocimien­to de la expedición que estaba preparando Magallanes, y en 1519 logró enrolarse en ella como maestre de la nao Concepción, mandada por Gaspar de Quesada, conocido suyo que segurament­e dio de él buenos informes. Y participó en la expedición de Magallanes, que al mando de cinco barcos –Trinidad, Concepción, Victoria, San Antonio y Santiago– trataba de llegar a las Islas de las Especias, las Molucas, navegando hacia poniente.

La expedición zarpó de Sanlúcar de Barrameda el 20 de septiembre de 1519, entró en Tenerife, pasó a la altura de Cabo Verde y Sierra Leona, arrumbó hacia Sudamérica, y el 29 de noviembre recaló en el cabo brasileño de San Agustín. Llegó a Santa Lucía (Río de Janeiro, Brasil) el 13 de diciembre, exploró el Río de la Plata entre el 10 de enero y el 8 de febrero de 1520, y el 31 de marzo entró en la bahía de San Julián, Argentina, donde pasó el invierno. Durante la estancia en San Julián, se produjo una revuelta en la escuadra duran-

te la que Elcano llegó a tener el mando de la San Antonio por un corto tiempo, para quedar como su maestre. Magallanes reaccionó con presteza y ajustició a tres capitanes: Mendoza, de la Victoria, fue apuñalado; Quesada, de la Concepción, fue decapitado; y Cartagena, primer capitán de la Trinidad, fue abandonado en tierra inhóspita con un sacerdote. Alrededor de otros 40 hombres, entre los que estaba Elcano, fueron perdonados ya que Magallanes los necesitaba para el manejo de los barcos. En esta época también tuvo lugar la pérdida de la Santiago, que embarrancó en el río Santa Cruz.

Terminada la invernada, la escuadra continuó hacia el sur. A finales de octubre comenzó a navegar por el estrecho hoy conocido como de Magallanes, en el que la San Antonio desertó para regresar a España, y a finales de noviembre, el resto de los barcos entró en el Mar del Sur que Magallanes bautizó océano Pacífico. Y empezó su travesía con grandes penalidade­s: el 6 de febrero de 1521 llegaron a las Islas de los Ladrones, hoy Marianas, a mediados de marzo recalaron en San Lázaro, hoy Filipinas, y el 7 de abril entraron en Cebú.

Al principio, Magallanes mantuvo buenas relaciones con los nativos, pero el 27 de abril, con 60 de sus hombres se enfrentó a las fuerzas muy superiores de Lapu-Lapu, cacique de la cercana isla de Mactan, en un encuentro en el que el portugués resultó muerto junto a unos cuantos españoles. Y el 1 de mayo, unos 30

expedicion­arios fueron asesinados por el cacique de Cebú, Humabón, que los había invitado a un banquete de despedida. En aquella época Elcano estaba enfermo, por lo que no participó ni en el combate de Mactan ni en el convite de Humabón, con lo que salvó la vida.

LA EXPEDICIÓN CONTINÚA

Los tres barcos, Trinidad, Concepción y Victoria, salieron a la mar el mismo 1 de mayo con Elcano al mando de la Concepción, que, al encontrars­e en mal estado y ante la falta de gente, fue incinerada a la altura de Bohol. Elcano pasó la Victoria como su maestre, hasta el 21 de septiembre en que pasó a ser su capitán. El 8 de noviembre, ambos barcos llegaron a Tidore, en las Molucas, donde cargaron gran cantidad de especias, principalm­ente clavo, y el 18 de diciembre salieron a la mar para regresar España, pero a causa de una vía de agua en la Trinidad regresaron a tierra.

Visto que la reparación de la Trinidad iba a ser larga, los capitanes decidieron navegar con independen­cia. El 21 de diciembre, Elcano salió con la Victoria para iniciar el regreso a España navegando hacia el oeste, doblando el Cabo de Buena Esperanza. Y la Trinidad permaneció en Tidore reparando; a continuaci­ón, inició el regreso navegando al este por el Pacífico hacia América, adonde no pudo llegar por los fuertes vientos contrarios.

EL REGRESO DE ELCANO

En su navegación, Elcano efectuó alguna escala, como la entrada en Timor a finales de enero de 1522. El 13 de febrero entró en el Índico, que atravesó navegando más al sur de lo normal para evitar encuentros con los portuguese­s, ya que su derrota pasaba por la zona de influencia portuguesa de acuerdo con lo estipulado en el Tratado de Tordesilla­s de 1494. El 18 de mayo dobló Buena Esperanza, comenzó a navegar hacia el norte por el Atlántico, y el 9 de julio llegó al archipiéla­go portugués de Cabo Verde, cuando ya no tenía víveres a bordo. Por dos veces hizo aprovision­amiento con su lancha, pero a la tercera, ésta fue apresada por los portuguese­s y Elcano se alejó para continuar su derrota hacia España. Entró en Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre, y el día 8 llegó a Sevilla con otros 17 expedicion­arios y tres indios de las Molucas, poniendo fin al primer viaje alrededor del mundo.

Por aquella hazaña, Carlos I premió a Elcano con una pensión anual de 500 ducados que nunca llegó a cobrar, lo hizo hidalgo, y le otorgó un escudo de armas, que entre otras cosas muestra la leyenda Primus circumdedi­sti me.

EL DÍA 8 LLEGÓ A SEVILLA CON OTROS 17 EXPEDICION­ARIOS Y TRES INDIOS DE LAS MOLUCAS, PONIENDO FIN AL PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO

 ??  ?? A la derecha, vista de Sevilla en el siglo XVI. Abajo, mapa de la vuelta al mundo finalizada por la Victoria al mando de Elcano en septiembre de 1522, en la que participar­on las naos Santiago, San Antonio, Concepción y Trinidad, sin poder terminarla (foto: Wikimedia Commons).
A la derecha, vista de Sevilla en el siglo XVI. Abajo, mapa de la vuelta al mundo finalizada por la Victoria al mando de Elcano en septiembre de 1522, en la que participar­on las naos Santiago, San Antonio, Concepción y Trinidad, sin poder terminarla (foto: Wikimedia Commons).
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 ??  ?? Retrato de Lapu-lapu, cacique de Mactan (foto: Colección Marcelino González).
Retrato de Lapu-lapu, cacique de Mactan (foto: Colección Marcelino González).
 ??  ?? La nao Victoria en un mapa del Pacífico de Abraham Ortelius, 1589 (foto: Museo Naval de Madrid).
La nao Victoria en un mapa del Pacífico de Abraham Ortelius, 1589 (foto: Museo Naval de Madrid).
 ??  ?? Arriba, Elcano en un billete de 500 pesetas del Banco de España. (foto: Colección Marcelino González). Junto a estas líneas, fragmento del monumento a Elcano en Sevilla, realizado por Antonio Cano Correa (foto: Wikimedia Commons).
Arriba, Elcano en un billete de 500 pesetas del Banco de España. (foto: Colección Marcelino González). Junto a estas líneas, fragmento del monumento a Elcano en Sevilla, realizado por Antonio Cano Correa (foto: Wikimedia Commons).
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 ??  ?? Retrato de Humabón (apunte a lápiz del autor a partir de un grabado de época).
Retrato de Humabón (apunte a lápiz del autor a partir de un grabado de época).

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