PAISAJES
El éxtasis de Roma es de efectos duraderos. ¿Quién no se quedaría a vivir en un cuadro del pintor Paul Delvaux, entre esas columnas sobrevivientes o esos templos en ruinas? Más allá de los monumentos civiles o religiosos, uno puede llegar a Roma por los caminos de sus paisajes. Sin duda, las rojizas colinas de Las Médulas, unas minas a cielo abierto en la provincia de León, se llevan la palma. Pero tampoco podemos obviar sus calzadas, la mayoría perdidas por un desenfreno urbanístico que no siempre se ha ejecutado con tino. Roma vive en cada ciudad, en cada pueblo, sin que no siempre seamos conscientes de su vigencia, de su eternidad. Roma es la factoría de salazón en Almuñécar, la sal de Salinas de Oro en Navarra, las villas de La Tejada y La Olmeda en Palencia o el Parque Arqueológico de Carranque en Castilla-La Mancha. Pero Roma es mucho más. Es también nuestro paisaje mental, nuestro comercio, nuestra lengua, hasta nuestro espíritu.
BAELO CLAUDIA (CÁDIZ)
El Parque Natural del Estrecho alberga uno de los yacimientos más sorprendentes de España, la antigua ciudad de Baelo Claudia, en la población de Bolonia, que prosperó gracias a la industria de salazones y de garum. Fundada en el siglo II a.C., su fortuna fue duradera, como traslucen sus restos arqueológicos, que dan idea de su inmensidad. El conjunto se empezó a excavar en 1917 y todavía en el siglo XXI ha seguido deparándonos las más agradables sorpresas.
LAS MÉDULAS (LEÓN)
Patrimonio Mundial por la UNESCO, el paraje de las Médulas nos retrotrae a la época del emperador Augusto, que multiplicó el número de minas en el Imperio romano, si bien fue la dinastía Flavia (69-96) la que explotó con mayor ahínco sus recursos. Los metales se podían extraer por el procedimiento de la “arrugia”, que ponía a prueba las habilidades de los romanos con la canalización del agua. En el caso concreto de Las Médulas, las minas estaban "conectadas" con los montes Aquilanos o el Teleno. A buen seguro, muchos esclavos perecieron en sus instalaciones, pero tampoco faltaban hombres libres que trabajaban para poder pagar sus tributos a Roma. La riqueza que se extraía de Las Médulas se facturaba luego a Asturica Augusta, la actual Astorga, desde donde iniciaba su periplo a Roma. Para cuidarse del saqueo, toda una legión, la VII Gemina, vigilaba atentamente el proceso.
VÍA DE LA PLATA
Esta calzada romana cruzaba la Península de Sur a Norte, entre Augusta Emerita y Asturica Augusta. Muchos de sus tramos son visibles todavía y su trazado ha servido de base a varias carreteras actuales. El flujo de personas y metales por este itinerario contribuyó a afianzar asentamientos como Legio (León) o Noega (actual Gijón) y, en definitiva, a la romanización de la Península.