LA GRAN guerra
■ La británica Pat Barker (1943) cerró a lo grande su trilogía Regeneración
con esta novela que recibió el premio Booker de ficción en 1985. El camino
fantasma se puede seguir sin haber leído los dos títulos anteriores –Regeneración y El ojo en la puerta–, pero merece la pena profundizar en el conjunto de esta epopeya sobre la Primera Guerra Mundial para entender las motivaciones de los personajes en esta última entrega.
El camino fantasma narra el regreso del teniente Billy Prior al frente de batalla, tras su estancia en el hospital Craiglockhart, donde ha sido "curado" por el psiquiatra William H. Rivers. La otra trama, que se despliega en capítulos alternos, reconstruye la labor de este doctor en el tratamiento de las neurosis de guerra y su experiencia anterior como antropólogo en Melanesia.
La capacidad de Barker para "resucitar" a esos fantasmas es extraordinaria. Prior es un personaje de ficción, mas no así el doctor Rivers ni algunos de sus pacientes (y compañeros de armas del teniente), como los poetas Wilfred Owen o Siegfried Sassoon. Excelente fabuladora, Barker es también una historiadora espléndida que transmite, en cada página, el amor a ambos oficios. Si a esas virtudes le añadimos la inspiración de su abuelo, que combatió en aquel conflicto e inspira algunos de los pasajes de la novela, nos acercamos a una de las obras más genuinas y dolorosas que se hayan escrito sobre la Gran Guerra.
La novela de Baker se desarrolla en los últimos meses de aquel Apocalipsis, cuando la inocencia era ya de todo punto imposible y los soldados no veían "ningún sentido" a seguir adelante. Los paisajes por los que transitan esos infelices son pavorosos, pero más aterrador aún es el clima moral en el que se mueven, el sinsentido de las órdenes y el drama intraducible del infierno que, como dice Prior, precisaría acaso de una nueva lengua para describir un bombardeo o un día de agosto en el Somme./Alberto de Frutos