COLÓN Y EL PRENAUTA
› Los grandes viajes de descubrimientos geográficos están adornados con cierta aureola mítica. Y no es para menos. Cristóbal Colón es el descubridor oficial de América para el mundo, a pesar de los numerosos intentos, más o menos fundamentados, para destronarlo de tal honor. Sin embargo, la repercusión de su descubrimiento hizo elucubrar, incluso en su época, dudas sobre la información que manejó el enigmático genovés para elaborar su proyecto. Cuando un navegante consigue llegar a puerto y culmina su empresa parece como si se cuestionase enseguida su éxito. En el caso de Colón fue la mención del denominado “prenauta”, es decir, un supuesto marinero anónimo que recaló en las costas de las Antillas, accidentalmente, y reveló al futuro Almirante información privilegiada que le determinaron a perfeccionar su proyecto de encontrar una ruta hacia China por el Oeste. El inca Garcilaso de la Vega en sus Comentarios reales d e los incas (1609) nombra a este misterioso prenauta, al igual que el cronista de Indias López de Gómara (1511-1566). Incluso en el propio Diario de a bordo Colón recoge la siguiente inquietante reflexión: “es la Isla de Cipango, de que se cuentan cosas maravillosas; y en las esferas que yo vi y en las pinturas de mapamundos es ella en esta comarca”. ¿Qué había representado en esos mapas?