¡CÓMO HEMOS CAMBIADO!

De las más de 1.500 obras que nutrían los fondos de los Reales Sitios, el Museo Real –más tarde Museo Nacional de Pintura y Escultura y finalmente Museo del Prado– abrió sus puertas en 1819 con 311 cuadros. Hoy, la pinacoteca alberga más de 8.000 obras pictóricas y un total de 35.000 piezas.

Cuando uno contempla la litografía de arriba, fechada hacia 1833, o la fotografía de la izquierda, que muestra la sala de Isabel II hacia 1899, no puede dejar de pensar, sin embargo, que el Prado encarna la eternidad. Hemos cambiado, sí –ahora los coches van a motor y el cubo de Moneo ya no sobresalta a los estetas más conservadores–, pero el Museo del Prado sigue ahí, creciendo, enseñándonos, enamorándonos, más poderoso que las guerras y más brioso que cualquier crisis. Su siguiente parada, esperemos, será la rehabilitación del Salón de Reinos, que podría culminar en 2022.