EL EXAMEN DE ORTEGA
Más allá del ámbito de la psicología social, el diagnóstico académico del fenómeno fue acogido también por filósofos y profesores de Derecho público, que derivarán de él importantes consecuencias. Los derechos individuales, particularmente los derechos fundamentales universalmente reconocidos, se verán así seriamente cuestionados. Ortega y Gasset es posiblemente el pensador que de manera más perspicaz engarza la caracterización de las masas como nuevo sujeto de la historia con la revisión de la imagen del sujeto dominante en el siglo XIX, el individuo. De ahí su recurrente referencia al hombre masa que analiza no solo en el ámbito antropológico, sino en el cuadro legal que en torno al individuo se había constituido –se había conquistado, diría él– y que con la expansión de las masas se diluye en muy buena medida. Afecta ello sobre todo a los derechos que se ganaron y conquistaron como privilegios de individuos en una sociedad aristocrática –que Ortega reivindica sin ambages– pero que, en la sociedad de masas, “son propiedad (los del hombre y el ciudadano) pasiva, puro usufructo y beneficio, don generoso del destino con que todo hombre se encuentra y que no responde a esfuerzo alguno”.