La máquina que traía EL FUEGO DEL SOL
Tal como se comentaba entonces, la máquina “que trae el fuego del sol” (por la etimología de pirelióforo), era capaz de generar temperaturas impresionantes. En la edición del 1 de diciembre de 1904 de la revista Alrededor del Mundo, se mencionaba lo siguiente acerca de tan asombrosa invención que, en varios experimentos, llegó a alcanzar entre 2.000 y 3.000 grados centígrados de temperatura en su foco:
Entre los aparatos científicos más importantes que se exhiben en la Exposición de San Luis, figura un concentrador de rayos solares, del cual se espera que hará una revolución en los campos de la química y la agricultura. (…) En la cima de un montecillo cubierto de vegetación aparece un armazón de acero de trece metros de alto, con un contorno semejante al de una concha, que rodea a un reflector, el cual, por su forma, parece un cono. La concavidad interior de esta sección cónica está cubierta de cuadraditos parecidos a espejos de 12,5 por 25 centímetros. Cada cuadrado está sujeto por tornillos de bronce que forman la base del reflector, ajustado cada uno con el de al lado matemáticamente para formar una superficie cóncava perfecta compuesta por 6.117 espejos. (…) La superficie de caldeo es un punto de 15 centímetros de diámetro situada en el centro de un crisol de una aleación especial que está colocado en el punto del foco.