¿QUÉ ES EL SNAP?
› El protagonista de esta historia es lo que se conoce como Sistema Nuclear de Potencia Auxiliar (en inglés, System for Nuclear Auxiliary Power o SNAP). Realmente son aparatos prodigiosos, destinados a entregar potencia eléctrica en lugares donde es imposible encontrar un suministro de otro tipo. La mayoría de los SNAP son pequeños contenedores blindados que contienen isótopos radiactivos que, con su calor de radiación, generan corriente eléctrica. Pueden funcionar de forma ininterrumpida durante años y, por ello, han sido utilizados satélites y sondas espaciales. Cuando una nave espacial debe viajar a lugares en los que no hay suficiente luz solar con la que alimentar los sistemas con células fotovoltaicas, o bien se necesita generar calor, se acude a los SNAP como fuente de energía, como si se tratara de centrales nucleares en miniatura (no son reactores de fisión convencionales, claro, pero su función es la misma, esto es, generar electricidad a través del calor creado en desintegraciones nucleares por medio del uso de termopares y similares). Uno de los “combustibles” más empleados en unidades SNAP ha sido, por sus características, el plutonio-238, que tiene una vida media de más de 87 años.