Tikal, el paraíso maya
ES UNO DE LOS LUGARES MÁS BELLOS Y ESPECTACULARES DEL MUNDO MAYA. SE ACABAN DE DESCUBRIR NUEVAS CONSTRUCCIONES QUE CERTIFICAN QUE ESTAMOS ANTE UN LUGAR ESPECIAL, POR SU GRANDEZA Y POR LO QUE SIGNIFICÓ EN SU MOMENTO. ALLÍ SE ENCUENTRAN ALGUNAS DE LAS PIRÁMIDES MÁS FASCINANTES Y HERMOSAS DEL MUNDO.
Nos levantamos en plena noche. Debíamos cruzar algunos kilómetros de selva, arropados por nuestras linternas, para llegar a las centenarias ruinas mayas antes de que saliese el sol. Después treparíamos por aquellos toscos escalones de madera, ayudados por las raíces de los árboles que sobresalen de la tierra, hasta alcanzar la cumbre de la pirámide más alta de Mesoamérica: el Templo número
IV de Tikal. Desde allá arriba podríamos asistir a uno de los espectáculos más fascinantes que puede observar ojo humano: la salida del Sol sobre la selva de Petén.
A nuestro alrededor, a medida que el sol acariciaba nuestros rostros, comenzó a rodearnos el sonido de la vida: monos aulladores y arañas, 300 especies de aves salvajes, pumas y el sagrado jaguar parecían saludar al astro rey a medida que ascendía sobre el horizonte. En ese instante pudimos comprender por qué los antiguos mayas adoraban al Sol como la máxima divinidad, y por qué llamaron a aquel enigmático lugar como “la ciudad de las voces de los espíritus”.
UN DESCUBRIMIENTO ASOMBROSO
La selva de El Petén, que se extiende desde el estado mexicano de Chiapas hasta la frontera con Belize, ocupa 35.854 m2 de selva tropical guatemalteca. Entre su frondosa vegetación
se esconden todavía muchos secretos. Por algo posee más sitios arqueológicos que cualquier otro lugar en Latinoamérica, lo que no es de extrañar ya que se han encontrado evidencias de núcleos poblados desde la Prehistoria, así como restos de grandes centros urbanos y ceremoniales desde el 600 a.C.
Pero, de todos esos lugares arqueológicos de El Petén, la perla histórica por excelencia es Tikal, que fue la capital del imperio Maya durante mucho tiempo. La Fundación Patrimonio Cultural y Natural Maya (PACUNAM), un consorcio internacional de arqueólogos e investigadores, acaparó las portadas al anunciar el hallazgo de más de 60.000 nuevos elementos arqueológicos entre las tumbas, 105 kilómetros de calzadas, sistemas de canalización de aguas y lo más
revolucionario: 59 km de murallas defensivas que obligan a reescribir nuestra percepción de la cultura maya.
Las nuevas investigaciones realizadas en la selva de Petén por expertos guatemaltecos y norteamericanos, utilizando la tecnología de la NASA, han permitido descubrir –o redescubrir– los elementos arqueológicos que permiten redimensionar la trascendencia de Tikal para reescribir su historia. “Este mapeo, obtenido gracias a la tecnología avanzada de la NASA, nos permitirá entender en su justa dimensión la importancia de la civilización maya, particularmente en aspectos como el manejo del ambiente y sus interacciones, incluyendo
DE TODOS ESOS LUGARES, LA PERLA HISTÓRICA POR EXCELENCIA ES TIKAL, QUE FUE LA CAPITAL DEL IMPERIO MAYA DURANTE MUCHO TIEMPO
la guerra”, comenta Marianne Hernández, presidenta de la Fundación Pacunam. “Ha generado un interés extremo a escala mundial para entender la civilización maya. Ahora vemos, en toda su complejidad, una civilización que hasta ahora estaba en desventaja frente a otras culturas”, concluye.
EL DESCUBRIMIENTO DE TIKAL
Oficialmente, el descubrimiento de Tikal se atribuye a Modesto Méndez Guerra, corregidor de El Petén, quien el 23 de febrero de 1848 comandó una expedición en busca de antigüedades hasta la ciudad de Tikal. Allí permaneció ocho días y declaró la redescubierta capital maya como patrimonio propiedad de Guatemala. Pero, en realidad, Méndez acudió a Tikal gracias a Ambrocio Tut, con quien había ido allí acompañado del maestro Eusebio Lara, que realizó los primeros dibujos de las pirámides de Tikal cuando todavía estaban comidas por la vegetación.
Si hemos de hacer justicia, la verdad es que existen referencias históricas a Tikal muy anteriores. Según un informe manuscrito del padre fray Andrés de Avendaño, que en 1696 se perdió en la selva de El Petén cuando regresaba a Yucatán tras un viaje evangélico, en los primeros días de febrero de ese año se encontró unos “templos muy altos y antiguos”, casi devorados por la vegetación. Sin saberlo, el padre Avendaño había descubierto Tikal, pero quedó en el olvido durante 200 años más hasta el redescubrimiento de Ambrocio Tut.
Después llegarían las primeras fotografías, tomadas por el diplomático, explorador y arqueólogo británico Alfred Percival Maudslay. Sus conmovedoras fotos de Tikal devorado por la vegetación, tras siglos de abandono, suponen un documento histórico impagable. Sus notas, moldes de escayola y negativos originales se conservan en el Museo Británico.
Pero, ¿cuánto tiempo permaneció Tikal abandonada en la entrañas de El Petén? Y, sobre todo, ¿por qué fue abandonada esta próspera capital de repente? Según las investigaciones de especialistas como William R. Coe y el Dr. Patric Colbert, responsables de las reveladoras excavaciones arqueológicas de la Universidad de Pennsylvania, los mayas comenzaron a asentarse en Tikal hace 2.500 años, ocupando un área de unos 16 km2, habitados por unas 75.000 personas. A partir de entonces, se inició un reinado de más de 1.000 años, en los que la magnífica Tikal cubrió de cultura, tecnología y esplendor maya la selva de El Petén. Una civilización idílica, pacífica y estable… o eso se creía el pasado marzo.
YEL DESCUBRIMIENTO DE TIKAL SE ATRIBUYE A MODESTO MÉNDEZ GUERRA, CORREGIDOR DE EL PETÉN, QUE EN 1848 COMANDÓ UNA EXPEDICIÓN HASTA ESA CIUDAD
LA CIUDAD DE LAS VOCES DE LOS ESPÍRITUS
La habilidad de aquellos arquitectos mayas, que hace dos milenios y medio comenzaron a diseñar los cimientos del actual Tikal, son evidentes, aunque los templos y edificios de Tikal están construidos sobre otros más antiguos.
Uno de los ejemplos de esa habilidad, relacionado sin duda con el nombre maya de Tikal y esas “voces de los espíritus”, es la sorprendente propiedad sonora de su plaza central. Cuando nos colocamos en el centro de la misma, entre los templos I y II de Tikal, y aplaudimos, podemos escuchar un sorprendente eco que retumba a nuestro alrededor. Un eco sordo y casi siniestro. Si hacemos el mismo experimento desde la parte alta de la ciudad, por ejemplo desde la Acrópolis Norte, escucharemos de nuevo ese sorprendente eco, aunque con un tono distinto. No nos cuesta demasiado trabajo imaginar lo espectacular que debían resultar los cánticos rituales y los discursos emitidos en la plaza central, retumbando gracias a esa sorprendente cualidad auditiva de Tikal, como si de un gran amplificador ecualizado se tratase.
Y es que la habilidad arquitectónica de los mayas está fuera de toda duda. Nosotros pudimos constatarlo personalmente. Por ejemplo, en el extremo Oeste de Tikal se encuentra el llamado Complejo del Mundo Perdido, y en él encontramos la Gran Pirámide o Pirámide Astronómica
del Mundo Perdido. Durante nuestra visita tuvimos la oportunidad de trepar a lo alto de esta pirámide astronómica para contemplar una espectacular puesta de sol sobre la selva de El Petén. Desde tan excepcional atalaya, pudimos observar con todo detalle cómo el sol se iba poniendo ante nosotros, mientras, al mismo tiempo, una esplendorosa luna llena salía al mismo tiempo por nuestra espalda.
La preocupación de los mayas por la astronomía es evidente, y sus conocimientos matemáticos no son menos desconcertantes que sus conocimientos arquitectónicos. Los mayas inventaron el 0, toda una sofisticación matemática, mucho antes de que llegase a utilizarse en Europa. Por no hablar de la exactitud de su calendario, que aventajaba con creces a nuestro greco-romano. Todo eso sin contar la pericia de sus estudios astronómicos, por ejemplo en torno al planeta Venus.
Además de la sabiduría de sus astrónomos, otros conocimientos técnicos de los mayas resultan desconcertantes hoy en día, y para eso basta echar un vistazo a su majestuosas obras arquitectónicas.
En el caso de Tikal, sus monumentos más importantes son los templos piramidales descubiertos hasta ahora en el complejo ceremonial maya más importante de El Petén. De hecho, en esta selva se encuentran los únicos juegos de pirámides gemelas del mundo. Solo aquí, y por alguna desconocida razón, los arquitectos mayas construyeron diferentes juegos de pirámides iguales emparejadas.
EL MITO DE LA CULTURA PACÍFICA
A pesar de que los investigadores han descubierto nada más y nada menos que unos 3.000 sitios arqueológicos en la selva de El Petén, se calculaba que no se conocía más que un 10 o un 20% del total de vestigios que realmente esconde esa selva. Pues bien: todos los cálculos se habían quedado cortos. Miles de complejos, necrópolis, templos, pirámides, murallas, calzadas y demás construcciones y edificios de origen maya, todavía permanecían ocultos en las entrañas de la selva.
Según Edwin Román, arqueólogo de PACUNAM, “las guerras de los mayas tenían un carácter ritual: capturar prisioneros para ser sacrificados a los dioses”. Y añade: “Los nuevos descubrimientos señalan que la guerra fue bastante más frecuente de lo que creíamos. Y habría sido una de las causas para el abandono de las grandes ciudades, pero no la única. Sabemos que se abandonaron por una conjunción de factores, como sequías prolongadas, determinantes en una sociedad agrícola en un ambiente hostil".
Algo similar señala el también arqueólogo Bernard Hermes: “Cambia las perspectivas de cómo se desarrolló la cultura maya. Obligará a la reinterpretación de ciertos aspectos de la historia, como la demografía, y permite el conocimiento de nuevos sitios arqueológicos. Es un trabajo gigantesco que seguramente sobrepasará las capacidades del Gobierno”.
LA PREOCUPACIÓN DE LOS MAYAS POR LA ASTRONOMÍA ES EVIDENTE Y SUS CONOCIMIENTOS MATEMÁTICOS NO RESULTAN MENOS DESCONCERTANTES