Soberanos que no ocupan su puesto en EL PANTEÓN REAL

Todos los reyes y reinas madres de reyes, desde Carlos V hasta la actualidad, permanecen enterrados en el Panteón Real del monasterio, salvo varias excepciones: por deseo personal, el primer Borbón español, Felipe V, recibió sepultura, junto a su segunda esposa, Isabel de Farnesio, en la Colegiata del Real Sitio de La Granja de San Ildefonso. Por su parte, su hijo Fernando VI fue enterrado, según su deseo, con su esposa Bárbara de Braganza en el convento de las Salesas Reales, así como los restos de los monarcas “ajenos” José I Bonaparte –sepultado por orden de Napoleón III en Los Inválidos, en París, a la derecha de su hermano– y Amadeo de Saboya, que fue enterrado en la Basílica de Superga, en Turín.

Por su parte, hay dos cuerpos que no deberían estar enterrados en el Panteón Real de El Escorial pero que tienen ahí su féretro: es el caso de la primera esposa de Felipe IV, Isabel de Borbón, y la esposa de Alfonso XIII, Victoria Eugenia de Battenberg, ya que no fueron madres de reyes. Lo mismo sucederá con los últimos cuerpos que actualmente alberga el pudridero, los de don Juan de Borbón y su esposa, que pasarán al panteón regio por orden expresa de Juan Carlos I.