Un periódico valiente y crítico
"Nuevo Alcobendas" tenía varias secciones dedicadas a historia local, cultura, festejos, deportes, vida religiosa y varias secciones de opinión y análisis político, económico y social, donde se daba una opinión clara de la situación del pueblo y del país. Ya en su primera editorial se denunciaba la dificultad de “entablar diálogo sobre problemas comunes”.
En sus seis años de existencia, se denunciaron desde sus páginas, más abiertamente a medida que se iba acercando el final del régimen, las crecientes desigualdades sociales, la especulación urbanística, la desatención de determinados barrios locales (como “La Zaporra”, que acogió desde los años 60, como Moratalaz y Vallecas, a una gran población emigrante que vivía en condiciones insalubres), la falta de iglesias, la falta de servicios sociales, el paro, la conflictividad y los problemas laborales. En sus dos últimos años, se informaba abiertamente sobre huelgas y manifestaciones, y se daba voz a los actos y manifiestos de los partidos y sindicatos de la oposición democrática, como PSOE, CNT, PCE o grupos feministas.
Esta demarcación hacia la izquierda antifranquista en los últimos años del periódico, y su relación con los grupos clandestinos en San Lesmes, motivaron que se dejara de inyectar dinero en la publicación y que, ya para diciembre de 1977, desapareciera definitivamente, si bien el padre Camón seguiría desde su iglesia y su despacho atendiendo a las necesidades sociales de su barrio hasta su muerte.