DONOVAN, un visionario del espionaje
William Donovan quería ser abogado y estudió Derecho en la universidad de Columbia. Después le llamo la atención el Ejército y terminó luchando en la Primera Guerra Mundial. No fue un soldado más, destacó como combatiente hasta el punto de obtener importantes condecoraciones como la Medalla de Honor del Congreso, la Cruz de Servicios Distinguidos y el Corazón Púrpura.
Pero la abogacía y el ejército no fueron suficientes para él. Otra de sus pasiones fueron las relaciones internacional, en parte motivada por su deseo de viajar y conocer otros mundos. Vivió muchas realidades distintas y era tan buen estudioso de los temas, que el presidente Roosvelt encontró en él al hombre que buscaba para crear un servicio secreto moderno que respondiera a las necesidades de información del presidente de los Estados Unidos.
Donovan fue el artífice de la creación del primer servicio de inteligencia al estilo de los que hoy conocemos, en un país que lo necesitaba acuciantemente pero que por envidias de los otros servicios, tardó demasiado en tenerlo. Sin su trabajo en la OSS y el de sus agentes, la CIA no habría cosechado tantos éxitos durante la Guerra Fría.