Historia de Iberia Vieja

El vendedor de tabaco

-

LA ADAPTACIÓN DE LA NOVELA HOMÓNIMA DE ROBERT SEETHALER PONE EN ESCENA A UN INMENSO BRUNO GANZ EN EL PAPEL DE SIGMUND FREUD Y RECREA CON HONESTIDAD Y ELEGANCIA LA VIENA QUE CAYÓ BAJO EL INFLUJO DE HITLER Y FUE ANEXIONADA POR EL TERCER REICH EN 1938. SU DIRECTOR, NIKOULAUS LEYTNER, SALE AIROSO DE ESTE RETRATO DE UN PAÍS AL BORDE DEL PRECIPICIO.

Nikolaus Leytner es un realizador austriaco, que hasta ahora ha trabajado casi exclusivam­ente para la televisión de su país. Y la historia que dirige para la pantalla grande también es austriaca por los cuatro costados. Procede de una conocida novela de Robert Seethaler, ambientada en la Viena ocupada por Hitler. En 1937, meses antes de la anexión de Austria a la Alemania nazi, el joven Franz es enviado por su madre a la capital, para trabajar en el estanco de su antiguo amigo Otto Trsnjek, un veterano de la guerra europea, mutilado pero nunca vencido. El estanquero ve con preocupaci­ón cómo las ideas de expansión del Tercer Reich no se detienen ni admiten fracasos, y cómo el débil gobierno austriaco, abandonado por las potencias europeas, está a punto de ceder y convertir su país en un satélite alemán. Luego vendrá Checoslova­quia, y luego Polonia, y la II Guerra Mundial, aunque eso ya es otra historia.

Por su parte, Franz no se ha ido del pueblo nada contento, a pesar de que sabe que su madre gana lo justo para sobrevivir ella y que no podría mantenerlo; así que, al final, trata de conformars­e y aprender el oficio. Otto le enseña los secretos de los tabacos y de la prensa que vende, y también los de los clientes del establecim­iento: hay quien compra el periódico comunista, hay señoras que prefieren

cigarrillo­s aromáticos, alguno busca ciertas revistas “artísticas”… En fin, todo un mundo que traspasa las puertas del estanco y va abriendo los ojos del chico a la vida de la gran ciudad.

UN CLIENTE LLAMADO FREUD

Entre los asiduos a la tienda está nada menos que el doctor Sigmund Freud, el famoso neurólogo padre del psicoanáli­sis. Compra puros y, lo que es más importante, despierta la curiosidad de Frank y se convierte en su segundo centro de interés. Segundo, porque el primero es Anezka, una joven de vida más bien incierta, de la que se ha enamorado perdidamen­te. Así que la vida de nuestro protagonis­ta transcurre entre sus horas en el estanco, sus correrías infructuos­as –aunque no todas– tras Anezka, las cartas que escribe a su madre y los ratos en los que, embobado, escucha a Freud.

Siguiendo sus consejos, Frank empieza a recoger por escrito sus numerosas y recurrente­s pesadillas, en las que sufre peligros y abandonos y en las que siempre está presente el agua, cubriéndol­o todo. Y paralelame­nte, la pantalla nos deja ver también, a menudo, sus sueños despierto, sus deseos y sus inclinacio­nes. Que a veces pueden ponerlo en grave peligro; sobre todo cuando la anexión de Austria se consuma y el nazismo –sus soldados, sus simpatizan­tes, sus policías– ocupan la ciudad e imponen su doctrina y su absoluta represión de la libertad. Ese poder omnímodo se deja sentir en las gentes –los seguidores de Hitler, envalenton­ados y los judíos austriacos, perseguido­s y acobardado­s– y las calles, que se llenan de esvásticas; y también llegará, inevitable­mente, al estanco de Otto.

La formación televisiva de Nikolaus Leytner le sienta bien a la narración, que adquiere un tono conciso y de gran precisión, cercano al documental. Nada sobra en la película, que sigue las peripecias del joven Franz mientras madura a la vida y al amor, y, en segundo plano, muestra los últimos meses de Freud en Viena, su ciudad, hasta que, cercado por la policía nazi –que no actuó con más decisión por el enorme prestigio que ya atesoraba el ilustre psicoanali­sta–, decide escapar a Londres con toda su familia.

Sigmund Freud –magníficam­ente recreado, en uno de sus últimos trabajos, por el gran Bruno Ganz– está, como digo, en segundo plano; pero los autores del filme homenajean su figura incorporan­do de ma

nera prominente los elementos básicos del psicoanáli­sis: los sueños, la relación materno-filial, el amor y el sexo… Todo un acierto, que no resta sino que suma interés a una obra que retrata a unos personajes y el tiempo que vivieron: unos años convulsos, previos a la gran tragedia que arrasó a millones de personas a través de medio mundo.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? EL VENDEDOR DE TABACO Dir.: Nikolaus Leytner.
Pro.: Dieter y Jakob Pochlatko, Ralf Zimmermann.
Gui.: Nikolaus Leytner, Klaus Richter.
Int.: Simon Morzé, Bruno Ganz, Emma Drogunova.
EL VENDEDOR DE TABACO Dir.: Nikolaus Leytner. Pro.: Dieter y Jakob Pochlatko, Ralf Zimmermann. Gui.: Nikolaus Leytner, Klaus Richter. Int.: Simon Morzé, Bruno Ganz, Emma Drogunova.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain