El atentado de El Descanso
FUE EL ATENTADO MÁS GRAVE DE LA HISTORIA DE ESPAÑA. LUEGO FUE SUPERADO POR LAS MASACRES DE HIPERCOR Y EL 11-M. EL SUCESO MARCÓ UN ANTES Y UN DESPUÉS EN EL PORVENIR DE LO QUE OCURRÍA EN EL MUNDO, PERO NO PUEDE NEGARSE QUE MUCHAS AUTORIDADES JUGARON A LA POLÍTICA DEL AVESTRUZ Y LOS RESPONSABLES POLICIALES Y JUDICIALES NO HICIERON GRANES ESFUERZOS PARA RESOLVER LA INCÓGNITA SOBRE SU AUTORÍA, QUE HOY SIGUE SIENDO UN MISTERIO.
El 12 de abril de 1985 tuvo lugar uno de los atentados más sangrientos que ha sufrido España en su etapa más reciente. Esa noche un artefacto explosivo detonó en el interior del restaurante El Descanso, cercano a la base militar de Torrejón de Ardoz, segando la vida a 18 personas e hiriendo a varias decenas más. Hoy, aquella masacre sigue arrojando incógnitas. En 1985, en la base militar de Torrejón de Ardoz se encontraban destinados alrededor de 4500 soldados norteamericanos, y El Descanso, situado a unos diez kilómetros de distancia de dicha base, era uno de los lugares más populares para estos militares debido a su condición de restaurante-barbacoa.
La noche del 12 de abril de 1985, viernes, debía haber sido una noche cualquiera de inicio de fin de semana para muchos de estos soldados y personal de la base y para los dueños y la plantilla del restaurante, puesto que para ellos era uno de los días fuertes en los que hacer caja. Sin embargo, aquella noche se iba a transformar en una pesadilla para aquellos que se encontraban en El Descanso. Con el local abarrotado –se componía de dos plantas y un sótano– por comensales y gente que esperaba pacientemen
te en la barra a que alguna de las mesas quedaran libres, se desencadenó el caos.
“Vi un resplandor que salía de los servicios, como si fuera una llamarada, después oí la explosión”, dijo un testigo. Había comenzado la pesadilla. De repente, un fuerte fogonazo seguido de una brutal sacudida desató un infierno en el interior del local. El diario ABC, horas después de la tragedia, describía cómo habían sido esos primeros momentos: “Hubo una confusión inenarrable. La onda expansiva de la primera explosión, la más fuerte a decir de los testigos, lanzó cristales y escombros a varios centenares de metros que en buena parte fueron a caer sobre la calzada de la autopista de Barcelona. El tráfico se paralizó y, casi de inmediato, se produjo un segundo estruendo que, a decir de algunos agentes de policía, podría deberse al ruido que produjo el derrumbe del edificio”.
LA NOCHE DEL VIERNES 12 DE ABRIL DE 1985, DEBÍA HABER SIDO UNA NOCHE COMO OTRA CUALQUIERA. SIN EMBARGO, SE IBA A TRANSFORMAR EN UNA PESADILLA
Rápidamente cundió el pánico entre los que no habían perecido en la detonación o cayeron víctimas del derrumbe. Fuera, también cundió la alarma y pronto se dio parte a las autoridades para que acudiesen a prestar socorro. En el local se personaron tanto miembros de la Policía como de la Guardia Civil así como miembros de la policía militar estadounidense con sede en la base de Torrejón. Una vez allí, junto con miembros del cuerpo de Bomberos y efectivos sanitarios, se procedió a intentar evacuar a las personas que se encontraban todavía en aquel amasijo de cascotes y hierros retorcidos que instantes antes había sido un concurrido restaurante.
Mientras se auxiliaba a las víctimas y se evacuaban los cadáveres –sobre las dos de la madrugada la cifra de víctimas mortales ascendía a diez–, los efectivos policiales intentaban establecer la posible causa de dicha explosión, aunque en medio de aquella escena dantesca resultaba casi imposible conjeturar nada.
Se habló de una posible explosión provocada por los depósitos de gas, pero pronto se comprobó que tanto las cocinas como el depósito de gas butano que las alimentaba se encontraban intactos. Además, se daba la circunstancia de que ya eran varios los testimonios de los heridos que habían sido evacuados. Muchos de ellos hablaban claramente de un atentado.
El hijo de los dueños del restaurante, José González, declaró a la prensa allí presente que en aquel momento se encontraba “en la barra cuando en un momento dado sentí como una pequeña vibración. No le di importancia, aunque inmediatamente después, fueron fracciones de segundo, hubo como un flash, un fogonazo. Aquello, lo que fuera, reventó y las puertas de los servicios salieron volando por los aires, hacia mí, despedidos hacia la sala…”. Preguntado por la posible causa, el joven no dudó en afirmar que “la bomba la han puesto los de siempre. Aquí venían muchos americanos a cenar”.
ATAQUE TERRORISTA PERO, ¿DE QUIÉN?
Sobre las ocho de la tarde del sábado 13 de abril, la hipótesis de un atentado terrorista había ido ganando fuerza y el juez encargado de la instrucción del caso, Carlos Granados, reconocía la sospecha “bastante fundada” de que El Descanso ha
SE HABLÓ DE UNA EXPLOSIÓN DE GAS, PERO PRONTO SE COMPROBÓ QUE TANTO LAS COCINAS COMO EL DEPÓSITO SE ENCONTRABAN INTACTOS
bía sido el objetivo de un ataque terrorista. Durante la noche del 12 al 13 de abril, se habían ido recogiendo los testimonios de los supervivientes, quienes afirmaban haber visto a un joven que había abandonado el local cinco minutos antes de la explosión y que había permanecido en la barra, al parecer esperando que quedase alguna mesa libre. Según recogió ABC, este misterioso joven “en un momento dado pasó a los servicios, al lado mismo de la barra, donde se supone que activó el sistema de relojería de la bomba. Luego la depositó al pie de la barra y abandonó el lugar”.
Estas afirmaciones, unidas a las declaraciones de José González, parecían tener sentido. Además, una vez realizada la autopsia a los cadáveres, se hallaron algunos restos de azufre, lo que permitió dictaminar que el explosivo utilizado había sido la cloratita, un compuesto de azufre y aluminio de menos potencia que el explosivo plástico pero mucho más seguro en su conservación y su manipulación.
La cifra ascendió finalmente a 18 muertos y 82 heridos. Como es lógico, las primeras sospechas recayeron en la banda terrorista ETA pero, y a pesar de que grupos terroristas europeos habían atentado contra las instalaciones de la OTAN en varios países, la presencia de clientela militar norteamericana procedente de la base de Torrejón de Ardoz abrió otra vía: que dicho atentado hubiese sido llevado a cabo por la Yihad Islámica que, curiosamente, había reivindicado la autoría de un atentado en Beirut días antes. Las autoridades policiales comenzaron a atar cabos y no se descartó la posibilidad de la Yihad asociando esta posibilidad al viaje que Ronald Reagan, presidente de los EE.UU, iba a realizar a nuestro país.
Además, las características específicas de este atentado también hacían decantarse por la vía de la Yihad y, tal y como declaró el Delegado de Gobierno en la Comunidad de Madrid, Rodríguez Colorado: “Parece difícil de encajar, si hemos de hablar de atentado, en las intenciones de una organización terrorista española, como pudieran ser GRAPO o ETA”.
ESPAÑA: OBJETIVO DEL TERRORISMO ANTI-OTAN.
El diario ABC, en su edición del 14 de abril, ofrecía una noticia realmente preo
LA CIFRA ASCENDIÓ FINALMENTE A 18 MUERTOS Y 82 HERIDOS Y, COMO ES LÓGICO, LAS PRIMERAS SOSPECHAS RECAYERON EN LA BANDA TERRORISTA ETA
cupante para la sociedad española. Aquel día, el rotativo español se hacía eco de una serie de informes reservados emitidos por la Alianza Atlántica en los que se informaba de la creación de la llamadas Células Comunistas Combatientes o CCC ,cuyos objetivos prioritarios eran las instalaciones y los altos mandos de la organización del Tratado del Atlántico Norte.
Aquellos informes, que según la prensa habían sido recibidos tanto por el Gobierno español como por los Servicios de Inteligencia, indicaban que “España podría ser un objetivo preferente de alto calibre”. Además, fuentes del Ministerio del Interior confirmaron la fuerte conexión existente entre estas Células Combatientes y la organización terrorista GRAPO, cuyos contactos se habrían estado manteniendo gracias a la mediación del grupo francés Acción Directa. ETA también habría estado involucrada en esta trama anti-OTAN ya que, al parecer, se dedicó a prestar asesoramiento técnico e infraestructuras para llevar a cabo estos operativos pero sin pasar a la acción directa.
En los informes recibidos por parte de la Alianza Atlántica, se pudo saber que los terroristas poseían “una documentación muy completa sobre las instalaciones y los altos mandos militares de la OTAN e incluso sobre los más directos responsables de los Gobiernos afectados”.
España se había convertido en uno de los objetivos terroristas debido a la postura del gobierno español, cada vez más favorable a la permanencia en dicha Alianza Atlántica. Como recogía ABC, en este sentido “el atentado de la noche del viernes en el restaurante El Descanso parece inmerso dentro de este contexto. La reciente confirmación de que el presidente del Gobierno, Felipe González, podría confirmar en su viaje a los Estados Unidos el compromiso de España con la defensa de occidente, junto al clima radical creado en algunos grupos a raíz de la marcha anti-OTAN a la base de Torrejón de Ardoz, pueden haber sido circunstancias aprovechadas por los terroristas”.
Tales informaciones y ya meses antes de la tragedia ocurrida en El Descanso, habían motivado que las fuerzas policiales españolas se hubiesen dedicado a una actividad frenética para evitar cualquier acto terrorista. Y como en los informes recibidos se hacía referencia a la más que probable conexión entre las CCC y el GRAPO, los esfuerzos policiales se enfocaron en esta organización y que desencadenó la detención de dieciocho terroristas miembros de esta banda armada, de ahí que esta fuera una de las razones por la que el GRAPO contasen, a juicio del Ministerio del Interior, con las infraestructuras necesarias para desarrollar un atentado de esta magnitud.
SE REIVINDICA EL ATENTADO
Finalmente la duda se disipó tras una llamada a la agencia de noticias de Beirut en la que un grupo chiíta, la Yihad (Guerra Santa), se responsabilizó del atentado en El Descanso con las siguientes palabras: “Reclamamos la responsabilidad de la operación que ha sido llevado a cabo en Madrid. Ha sido efectuada por el grupo de la mártir Abu Zeinab”. Dicha mujer había realizado un ataque suicida el día 10 de marzo a una patrulla israelí, lo que se tradujo en 12 muertos y 14 heridos. El comunicado continuaba con las siguientes y preocupantes palabras: “Esta operación es la segunda en este mes y seréis testigos de más desastres a partir de ahora. Este es el comienzo de nuestras acciones fuera de Líbano hasta que el último soldado israelí abandone este territorio. Esta matanza que hemos llevado a cabo es una represalia por las realizadas en la zona de Bir-Al-Abed”.
Mientras las fuerzas policiales se afanaban en sus investigaciones y los diferentes partidos políticos aprovechaban para condenar el atentado y pedir responsabilidades al gobierno socialista de Felipe González, en el Instituto Anatómico Forense se vivían escenas de dolor, de rabia y de impotencia. Los familiares de las víctimas que yacían en las dependencias de este instituto, aún en shock por lo que acababa
LA DUDA SE DISIPÓ TRAS UNA LLAMADA A UNA AGENCIA DE NOTICIAS DE BEIRUT EN LA QUE UN GRUPO CHIÍTA, LA YIHAD, SE RESPONSABILIZABA DEL ATENTADO
de vivir, expresaban su más absoluto desgarro por lo ocurrido. La prensa recogía las palabras de esta gente, quienes más derecho tenían a hablar sobre esta matanza. En concreto, una joven estudiante de Filosofía, que quedó en el anonimato, dio una visión exacta del sentir de la sociedad española de 1985 al declarar: “Yo no quiero decir lo que piensa la juventud en este caso. No sabemos si los señores del Gobierno podrán con esto del terrorismo; pero, si no pueden hacer nada, que dimitan y dejen paso a otros. Es una pena que España esté así por esos desgraciados, estos asesinos que andan sueltos. Luego vendrán los sentidos pésames, los follones, los controles. Pero aquí no hay paz, ni libertad, ni nada, y, además, se están cargando los valores de España”.
Esa rabia contenida, esa pena absoluta, se transformaría más tarde en indignación cuando, en los funerales por las víctimas, los familiares de éstos se encontraron con la ausencia de parte de las autoridades y organismos oficiales, ante lo que se quejaron: “No son formas el que no haya aquí ninguna autoridad representada, ni nacional, di de la Comunidad autónoma, ni del Ayuntamiento”.
UN ATENTADO SIN CLARIFICAR
A pesar de que el atentado había sido reivindicado por Yihad, aun existían muchos cabos sueltos por atar en el asunto de El Descanso. En primer lugar, se encontraba la propia Yihad, un término que en la España de 1985 no era muy habitual y surgía la duda de saber si se trataba del nombre del grupo terrorista que había llevado a cabo el atentado o, por el contrario, era algo mucho más complejo.
Dicha duda quedó disipada cuando el embajador español en Líbano, Pedro Manuel de Arístegui, dijo que por su experiencia: “Yihad Islámica es solo un nombre de atribución que no significa nada: detrás no hay una organización real”. Si esto era así, ¿contra qué tipo de organización o banda armada iban a enfrentarse las fuerzas policiales españolas? Según el diplomático español, tras el nombre de Yihad había diversos grupos terroristas. Era un auténtico callejón sin salida...
Era tal la magnitud del suceso que los servicios de seguridad españoles mantuvieron contacto con responsables policiales de los Estados Unidos y de otros países europeos para recabar cuanta información fuera necesaria para arrojar luz en torno a la autoría del atentado.
Aunque se tenía el comunicado de la Yihad, las investigaciones tampoco podían descartar a los grupos terroristas españoles ya que estaban en conexión con el llamado euroterrorismo anti-OTAN. No obstante, los especialistas españoles en terrorismo árabe, así como miembros del servicio de inteligencia continuaban investigando en diversas regiones españolas, especialmente vinculadas con grupos integristas árabes, como la Costa del Sol o la zona de Levante.
El día 17 de abril de 1985, en las páginas de la prensa española saltaba la noticia de que un grupo palestino se atribuía la autoría de dicha matanza. Dicho grupo, denominado Waad (Promesa) se declaró autor del atentado a través de un comunicado difundido por la agencia de noticias kuwaití Kuna. En dicho comunicado, Waad lamentaba haber causado víctimas de nacionalidad española pero, al mismo tiempo, señalaba que “la batalla contra el enemigo imperialista, sin embargo, no está limitada por fronteras geográficas”. Sin embargo y a pesar de las operaciones de investigación por parte de las autoridades españolas, el atentado al restaurante El Descanso continúa, a día de hoy siendo un enigma ya que no se consiguió dar con el autor de la masacre.
EL ATENTADO CONTRA EL RESTAURANTE EL DESCANSO CONTINÚA, A DÍA DE HOY SIENDO UN ENIGMA, YA QUE NO SE CONSIGUIÓ DAR CON EL AUTOR DE LA MASACRE