“SE PARECÍAN MUCHO A LOS CAMPOS NAZIS”
CARLOS HERNÁNDEZ, el periodista que ha documentado el horror
Fueron 296 campos de concentración. El periodista Carlos Hernández de Miguel fue quedando impactado a medida que descubría las barbaridades que se hicieron aquí. Casi no se podía creer lo que estaba descubriendo… Su labor, que se muestra ahora en el libro Los campos de concentración de Franco (Ediciones B) ha sido espectacular y hace grande a la profesión, aunque la verdad que ha descubierto es una verdad incómoda.
Estuvieron allí encerrados cerca de un millón de personas. Llegaban en trenes, en donde eran tratados como ganado. Una vez que se encontraban en esos lugares eran sometidos a golpes y palizas constantes. Eran deshumanizados. Les rapaban y los metían en jaulas con chinches. El general Mola, uno de los líderes del golpe de Estado, pidió que los mataran a todos. Para él, esa gente no merecía vivir. Eran seres infrahumanos considerados por el poder como forajidos y asesinos, aunque su único delito era haber sido simpatizantes de los perdedores en la guerra.
P.-¿Cuántos campos de concentración hubo en España? R.-He logrado identificar casi 300, para ser exactos 296.
P.-Y en ellos estuvo casi un millón de presos…
R.-Así es, esa es la estimación: hubo entre 700.000 y 1.000.000 de presos. Y un dato importante: ninguno de ellos había sido acusado de nada. Su único delito era ser prisionero de guerra capturado en el frente. Y en un porcentaje muy importante no eran combatientes, sino civiles que no eran tan peligrosos como para ser enviados a cárceles o a consejos de guerra.
P.-¿Se parecían mucho a los campos de concentración nazis?
R.-Insisto mucho en no hacer comparaciones. Las víctimas parece menos víctimas al lado de aquel horror terrorífico, pero aunque no hagamos esa comparación, la verdad es que me recuerdan enormemente. El traslado en vagones de ganado… No les trataban como a personas, sino como animales. En ese sentido sí hay mucha similitud con los campos nazis.
P.-Y sin embargo esos testimonios se han olvidado.
R.-No lo ha hecho bien la democracia porque pasaron todos estos años de la Transición sin fijarnos demasiado en lo que había ocurrido. Los testigos se han ido muriendo, nos quedan poquísimos. Ojalá hubiéramos entrevistado a los testigos antes, porque tendríamos cientos y cientos de personas como Josep que nos contarían cosas parecidas.
P.-¿Te imaginabas que esto había sido así cuándo comenzaste esta investigación? ¿Que te ibas a encontrar este tipo de cosas que habían ocurrido hace tan poco tiempo?
R.-No a este nivel. Había leído algo sobre campos de concentración, pero había bastante confusión con otros recintos, con cárceles, con centros de trabajos forzados… Era tal la magnitud de la represión franquista… no se ha hecho nada por estudiar… Nos han robado la memoria. Mezclamos cosas porque no conocemos y confundimos un batallón de trabajo con una cárcel o un campo de concentración. Estamos dando pie a los negacionistas del franquismo –¡los hay!– a que sigan diciendo sus cosas. Me he esforzado mucho en aislar lo que era el sistema de campos de concentración franquistas. No sabemos cuánta gente falleció. Algunas fuentes hablan de 10.000, pero creo que fueron muchos más. Sólo en 15 de los que he investigado ya he documentado más de 6.000 víctimas…