LOS 13 DE LA FAMA
Siguiendo el nombre de los 13 valientes que siguieron a Pizarro en su conquista del imperio inca, hemos seleccionado a 13 ídolos del deporte patrio, en blanco y negro y en color, los pioneros y los que siguieron sus huellas.
En los años treinta del pasado siglo, el fútbol polarizó el interés del pueblo, con el nacimiento de la Liga y el desarrollo de los campeonatos mundiales, cuyo palmarés se repartieron durante esa década Uruguay e Italia. El portero Ricardo Zamora fue la estrella del momento, tras su astronómico fichaje por el Real Madrid por la impensable suma de… ¡cien mil pesetas! Unos años después, Telmo Zarra acaparó los titulares con su gol a Inglaterra en el Mundial de Brasil, en el que España acabó cuarta. El llorado Paquito Fernández Ochoa fue la gran figura del esquí alpino: su oro en los Juegos de Sapporo del 72 es un hito que ningún español ha logrado repetir desde entonces. A su izquierda, Paulino Uzcudun, un peso pesado que llenaba los estadios en los años treinta del pasado siglo. Abajo a la izquierda, el malogrado Joaquín Blume, pionero de la gimnasia artística fallecido en accidente de aviación a los 25 años y, a su derecha, Ángel Nieto, doce veces más una campeón del mundo de velocidad.
El programa ADO, instituido por la Asociación Deportes Olímpicos con miras a los Juegos del 92, marcó un antes y un después en la historia del deporte español. Aquella cita, con su correspondiente banda sonora Amigos para siempre, dejó para la posteridad un sinfín de imágenes, pero quizá ninguna tan potente como la de Fermín Cacho cruzando la meta en los 1.500. De aquellos cielos, estos soles. Arriba, el piragüista David Cal, quien, con sus cinco preseas – cuatro de plata y una de oro– en sus tres participaciones olímpicas sigue encabezando el medallero nacional; y, a la derecha, la nadadora Mireia Belmonte, que le sigue de cerca con cuatro. También Miguel Induráin brilló en unos Juegos, los de Atlanta, donde consiguió el oro en contrarreloj, pero su mayor logro fueron sus cinco Tours de Francia y dos Giros de Italia. Desde que se bajó de la bicicleta, los veranos no fueron los mismos… Entre los gigantes estadounidenses Jack Nicklaus o Tom Watson, se coló el nombre del cántabro Seve Ballesteros, que aprendió a jugar al golf con un hierro fabricado en casa y conquistó montones de títulos, en una época en la que ese deporte era del todo ajeno a los gustos del público español. Tras su oro en Río, Carolina Marín podría haber lo propio con el bádminton, esto es, abrir el camino a las nuevas generaciones. Y no hay espacio, ni palabras, para Rafa Nadal. Es el más grande.