Una CIUDAD NEOLÍTICA junto a Jerusalén
A solo cinco kilómetros de Jerusalén, en el llamado cruce de Mozta, ha renacido uno de los mayores poblados prehistóricos del planeta, que pudo albergar hasta 3.000 individuos.
Comparable a cualquier gran ciudad de nuestros días, aquel poblado neolítico prosperó, en una extensión de más de un acre, gracias al comercio con otras culturas y a su consagración a la caza y la agricultura, como se infiere del hallazgo de miles de artículos de vidrio, puntas de flecha o útiles de campo. No faltan las zonas rituales, los complejos públicos y los almacenes, todo ello dispuesto en un trazado inteligente, con numerosos callejones para segmentar las calles. Su antigüedad, que se calcula en unos nueve mil años, modifica la visión que tenía la arqueología sobre esta zona de Judea, que se creía deshabitada por aquel entonces.