Judíos en POLONIA
Hoy, hay alrededor de 16 millones de judíos en el mundo, y la mayoría de ellos, unos doce, reside en Israel y Estados Unidos. Cuando estalló la guerra en 1939, el número era muy similar –según algunas fuentes rondaba los 16,5 millones–, lo que da idea de las dimensiones de la Shoah, que supuso el exterminio de unos seis millones.
A la sazón vivían en Polonia unos tres millones y medio de judíos, más o menos un tercio de la población total de esa fe en Europa; y solo en Varsovia se concentraban 375.000. La mayoría, según la experiencia del escritor y premio Nobel de Literatura Isaac Bashevis Singer, no hablaba la lengua polaca con propiedad y no era capaz de escribir una sola palabra en ese idioma. Tal vez Singer exagerara, pero no cabe duda de que la integración judía seguía siendo un espejismo en el país, pese a tantos siglos de tolerancia y convivencia, remachados por el Estatuto de Kalisz de 1264.
El objetivo de los nazis fue palmario desde el primer momento y, a partir de 1941, se materializó en la construcción de una serie de campos de exterminio –Treblinka, Auschwitz, Sobibor, Chelmno, Belzec y Majdanek– en los que fueron masacrados más de tres millones de personas.
Antes de la conferencia de Wannsee de enero de 1942, los ataques fueron constantes. Los Einsatzgruppen, unos escuadrones de la muerte itinerantes, iniciaron sus “prácticas de tiro” en Varsovia y Cracovia, siguiendo los objetivos fijados por el verdugo Heydrich (judíos, intelectuales –en noviembre de 1939, 183 profesores de la universidad de Cracovia fueron enviados a los campos de concentración–, clérigos y nobles), y sembraron luego el terror en Ucrania, Bielorrusia y los estados bálticos. A finales de octubre, 17.000 personas habían sido ya ejecutadas solo en Polonia y más de diez mil arrestadas. La primera operación de exterminio en la Polonia ocupada tuvo lugar en diciembre de 1941 en Chelmo, donde cerca de 300.000 judíos y 5.000 gitanos fueron gaseados en camiones herméticamente cerrados. A su vez, los responsables de Belzec, Sobibor y Treblinka ensayaron las cámaras con monóxido de carbono y, en Auschwitz-Birkenau, se dispusieron varias cámaras de gas en las que se liberaba Zyk lon B.
Millones de personas fueron transportadas a estos y otros campos tras la aprobación de la Solución Final. Eran humo humano. El horror. El horror. El horror.