LA BOLSA DE DETERIORO URBANO
› La Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento madrileño lanzó en 1988 un plan bautizado como “Un proyecto para Madrid”. Contenía cinco partes y una de ellas eran las llamadas bolsas de deterioro urbano. Cerro Belmonte era la número once de las diecinueve planeadas en todo el término municipal. Lo que se pretendía era, mediante la expropiación de terrenos, sustituir las infraviviendas por nuevas viviendas y realojar a los afectados. El problema estuvo en que se les ofreció demasiado poco y, además, el proyecto se vio salpicado por las sospechas de corrupción urbanística. Según los vecinos, el proyecto fue asignado a empresas privadas que se lucrarían comprando el terreno por poco dinero para construir después chalés de gama alta.