El fotógrafo del APOCALIPSIS
La llamada de un amigo piloto de helicóptero puso en alerta al curtido reportero Igor Kostin, experimentado fotógrafo de guerra que había cubierto los conflictos de Vietnam y Afganistán. Aquella llamada cambiaría su vida ya que fue el primer fotógrafo que sobrevoló el reactor a la mañana siguiente de la explosión. No conocía a lo que se enfrentaba.
Kostin presionó en repetidas ocasiones el obturador de su cámara hasta que se bloqueó, aún no sabía que era la radiación la que había inutilizado los mecanismos de su cámara. Al regresar, reveló las fotografías y solo pudo salvar una, casi velada que, según sus propias palabras, le parecía una tumba abierta que mostraba la devastación de la explosión.
La imagen que capturó el 26 de abril de 1986 forma ya parte de la historia. Después de aquel día primer día, Kostin subió cinco veces al techo del reactor número 3 y cincuenta veces más sobrevoló la central en helicóptero para fotografiar a los liquidadores. Un año más tarde Kostin recibió el World Press Photo. La alta radiación que recibió en Chernóbil le obligó a viajar a hospitales especializados de Japón, Rusia y Francia para tratar sus múltiples dolencias, sin embargo, no murió hasta el año 2015 cuando el destino le quitó la vida en un accidente de circulación.