DESCUBRIR siempre lo absurdo
■ La editorial Fulgencio Pimentel, en una meritoria empresa, continúa recuperando las obras del escritor ruso Serguéi Dovlátov (1941-1990), que murió en EE.UU. después de tener que abandonar la URSS en 1978, donde el régimen comunista no le permitió publicar ninguna de sus obras. Sus libros anteriores presentan de otra manera la triste realidad comunista, vista por los ojos de un escritor que desprende mucho sentido del humor y que supo ver en las circunstancias y en los personajes sobre los que escribía el lado más desenfadado. Lo vemos en este último título, en el que Dovlátov escribe sobre sus familiares lejanos y cercanos, a la vez que de pasada cuenta muchas cosas de su vida en Rusia y Estados Unidos y de su fracaso como escritor. Sabe Dovlátov buscar siempre la dosis extravagante, la anécdota más divertida, la reflexión más oportuna. Y lo hace con un tono que quizás sea su seña de identidad más distintiva: un estilo escueto, ligero, sencillo con el que intenta describir sin dramatismos el lado absurdo y patético de la sociedad rusa./A.T.