UN YACIMIENTO entre la basura
El yacimiento arqueológico de El Carambolo, en Camas, Sevilla, Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2016 y conocido por el célebre tesoro de origen tartésico hallado allí en 1958, se encuentra en un estado deplorable, sin que las autoridades competentes parezcan reaccionar a su deterioro. De acuerdo con el periodista Vicente G. Olaya, “el gran yacimiento de Sevilla es un estercolero abandonado bajo el que se oculta un templo fenicio recubierto de hormigón”. La ofensa hiere a cualquier amante de la arqueología y de la cultura en general y uno se pregunta para qué sirven entonces los BIC y qué protección real confieren a nuestro patrimonio.
Por otra parte, en lo que llevamos de 2020 varios elementos de nuestro patrimonio se han incorporado a la Lista Roja que alerta del riesgo de su desaparición, destrucción o alteración de sus valores, entre ellos el puente del Palacio de Vahillo, en Valencia; la capilla de San Xoán de Mosteiro, en A Coruña; la iglesia de la Natividad de Nuestra Señora de Valdearnedo, en Burgos; o el Molino del Estanque, en Guadalupe, Cáceres.