LA GUERRA CIVIL EN ANDALUCÍA
En la zona occidental de Andalucía, desde el 18 de julio de 1936 la suerte estaba echada. El epicentro de la sublevación se situó en la Sevilla controlada por el militar Gonzalo Queipo de Llano,
llamado el “Virrey de Andalucía”. Como afirma Rafael Gil Bracero en su artículo Guerra civil en Andalucía; las o peraciones militares, en la capital hispalense la sublevación militar tuvo lugar el mismo 18 de julio y, tras varios días de resistencia, se controló y se inició una política de represalias contra los rebeldes de Triana y La Macarena, que plantaron durante días una feroz resistencia en las barricadas callejeras.
También en Cádiz triunfó, de una forma más inmediata y aplastante, el golpe al mando del general gaditano José Enrique Varela. Entre los días 17 y 18 de julio, y de la mano de José López-Pinto, se dominó toda la ciudad.
En Córdoba, el coronel Ciriaco Cascajo se sublevó el 18 de julio, tomando con mano de hierro la capital de la provincia y atacando con su fuerza armada el gobierno civil, que cayó rápidamente en sus manos, si bien solo consiguió tomar, ayudado por Queipo, la capital y la mitad sur de la provincia que enlaza con Sevilla. Así, la zona quedó partida entre el sur-occidente al mando de Cascajo y la zona norte y este, lindando con Castilla y Jaén, en manos republicanas.