UN ATRACTIVO Y TÍMIDO ARISTÓCRATA
MANFRED von Richthofen no tenía un físico espectacular, aunque sí resultaba muy atractivo. Era algo más alto de lo común en la época: medía 1,71 m (su hermano menor, Lothar, superaba el 1,80). Acostumbrado desde pequeño a la práctica de los deportes típicos de la nobleza, era un excelente jinete y estaba en muy buena forma física cuando empezó a volar. Aparentemente, siempre gozó de buena salud. Su carácter un tanto retraído no impidió su éxito social, pues resultaba muy atractivo para las mujeres, probablemente debido a una mezcla de su físico y del glamur que rodeaba a los pilotos.