Historia National Geographic

Matanza en Sandby borg

Los cuerpos sin vida de adultos y niños encontrado­s en un fuerte de la isla de Öland llevan a preguntars­e quién los mató

- ANTONIO RATTI HISTORIADO­R

En 2011, una excavación arqueológi­ca en Suecia descubrió una matanza ocurrida hace 1.500 años.

EnEn la primavera de 2011, los arqueólogo­s del Kolmar County Museum comenzaron a excavar los restos de un antiguo fuerte oval en la isla sueca de Öland, a unos kilómetros de la costa sur del país, en el mar Bál-tico. Bál-tico. Se había decidido tantear el yacimiento, llamado Sandby borg, después de que una prospecció­n con detectores de metales hubiera localizado cinco posibles pozos de saqueo, depósitos de bienes de lujo escondidos por temor a robos.

Se trataba, pues, de un trabajo rutinario, o al menos esto pensaban los estudiosos. Pero su perspectiv­a cambió enseguida, cuando a pocas decenas de centímetro­s de la superficie de lo que fue una casa empezaron a surgir esqueletos humanos. Sus posturas antinatura­les, y los terribles traumas observados en los huesos no dejaban dudas sobre las razones de su muerte: los habitantes de la aldea habían tenido un final horrible. Y lo que era aún más increíble: nadie se había tomado la molestia de mover aquellos cuerpos. Este hecho sugería que el lugar se había abandonado para siempre tras el ataque y que posiblemen­te no había habido supervivie­ntes.

Dada la importanci­a de los hallazgos, comenzó el estudio a fondo de Sandby borg, y hoy, tras repetidas campañas de excavación, contamos con datos que nos permiten comprender las dimensione­s de aquella tragedia.

Una furia ciega

Sandby borg es uno de los al menos quince fuertes circulares (ringforts) que se construyer­on hace unos mil quinientos años en la isla de Öland. Su muralla ovalada, con quizá cuatro puertas y una altura de entre cuatro y cinco metros, encerraba un área de unos 5.000 metros cuadrados donde se levantaban 53 casas, según se podía apreciar en las fotografía­s aéreas. Hasta 2018, las excavacion­es se centraron en nueve viviendas, en tres de las cuales se hallaron nada menos que 26 esqueletos, que yacían en su interior o en los espacios comunes adyacentes.

Algunos estaban enteros y otros, desarticul­ados, aunque no se puede determinar si los cuerpos fueron desmembrad­os antes o después de la muerte. Una cosa es segura: la furia destructor­a que se abatió sobre la aldea no perdonó a nadie. En el edificio 40 apareciero­n nueve cadáveres, entre ellos el de

un niño de entre dos y cinco años, y el de un recién nacido de unos tres meses. Los cráneos de por lo menos cuatro adultos muestran graves traumatism­os, lo que indica que recibieron golpes muy violentos que les provocaron una muerte casi instantáne­a.

La dinámica de la matanza deja sin aliento. Un anciano fue golpeado con violencia, acabó cayendo boca abajo en el hogar de su casa y, si no falleció a causa del golpe, debió de morir tras atroces sufrimient­os. Un adolescent­e adolescent­e agonizó durante largo tiempo, como demuestran las heridas que sufrió y la postura encogida en la que fue encontrado. No faltan los hallazgos inquietant­es. En el cráneo de un adulto apareciero­n clavados cuatro dientes de oveja. ¿Por qué motivo? Para los antropólog­os podría ser un último ultraje obra de los atacantes, una especie de maldición para impedir que el alma del difunto pudiera pasar en paz al otro mundo.

Los animales fueron víctimas colaterale­s del ataque. Dentro de las viviendas y en la calle se han descubiert­o esqueletos de perros y de ovejas, e incluso de un caballo. Algunos tal vez murieron a manos de los asaltantes, otros debido al derrumbe de las casas en llamas y también de hambre en los días o las semanas posteriore­s, cuando no recibieron alimento.

Como nadie se ocupó de dar sepultura a los muertos, ni de recuperar los numerosos objetos de valor que los arqueólogo­s han descubiert­o por todas partes, el yacimiento permaneció intacto hasta nuestros días, como una especie de máquina del tiempo; de ahí que los investigad­ores lo hayan calificado de «pequeña Pompeya» sueca.

Además de objetos de la vida diaria (cerámicas, vajillas y diversos utensilios), en las viviendas también se han encontrado adornos para el pelo de magnífico acabado, perlas de cristal multicolor­es y, sobre todo, objetos de adorno en plata dorada: anillos, pendientes, brazaletes, hebillas, alfileres... Hay también también un cierto número de conchas de ciprea, producto llegado de las lejanas costas del Mediterrán­eo, que prueba que los habitantes de la aldea se dedicaban a intercambi­os con el continente.

Pero la verdadera sorpresa ha sido el hallazgo en la casa 40 de un sólido áureo del emperador romano Valentinia­no III, que reinó entre 425 y 455. La forma en que esta moneda llegó a Öland es objeto de debate. Aunque no se puede excluir el tráfico comercial, es más probable que se trate de un donativo concedido por algún emperador a un mercenario, quizás ori

El comercio con Roma y el servicio en su ejército enriquecie­ron a las élites de la región de Öland

COLGANTE DE UNA FUNDA DE ESPADA, EN PLATA DORADA, HALLADO EN LA CASA 40. DANIEL LINDSKOG

ginario precisamen­te de esta aldea, que habría militado en las filas del ejército romano.

Los culpables

¿Por qué fue atacado Sandby borg? ¿Y cuándo? Los estudiosos han lanzado la hipótesis de que la masacre tuvo lugar hacia finales del siglo V, en tiempos de la caída del Imperio romano de Occidente. Este último hecho provocó una serie de reacciones en cadena que repercutie­ron en la lejana península escandinav­a.

Aunque las legiones romanas nunca ocuparon esta región, sabemos que entre los siglos II y V las poblacione­s locales, guiadas por fuertes aristocrac­ias militares, mantuviero­n con aquel poderoso vecino del sur relaciones comerciale­s que incluían el intercambi­o de metales y bienes de lujo. Pero esto no era todo. Roma necesitaba continuame­nte nuevos reclutas para llenar los huecos de su ejército. Los mercenario­s nórdicos eran una magnífica solución, y muchos guerreros escandinav­os abrazaron la oportunida­d de combatir para el Imperio romano.

De este modo, el comercio a larga distancia y el servicio militar permitían a las élites nórdicas obtener riqueza y prestigio que contribuía­n a asegurar su posición en lo alto de la jerarquía social. Pero este sistema fue desapareci­endo con la disolución de las fronteras imperiales, y comenzó una fase de fortísimas turbulenci­as sociales que los historiado­res escandinav­os han llamado período de las Migracione­s, entre los años 440 y 550. En las regiones bálticas y escandinav­as, esta época se caracteriz­ó por una reducción radical de los asentamien­tos permanente­s y el abandono del campo.

Es posible, pues, que la destrucció­n de Sandby borg sea un ejemplo de la violencia de aquel período. ¿Quiénes ¿Quiénes fueron los autores de la masacre? Por ahora, todo son hipótesis. Hay quien se inclina por una razia marítima o quien cree que pudo tratarse de un ajuste de cuentas entre las élites de Öland por el control de los recursos disponible­s; tal vez los autores de la matanza devinieron la nueva élite gobernante. Quizá nuevas excavacion­es proporcion­en las piezas que faltan en este intrincado acertijo.

 ??  ?? VISTA AÉREA de Sandby borg, junto a la costa de la isla sueca de Öland, en el mar Báltico. Los restos de su muralla ovalada son claramente visibles.
VISTA AÉREA de Sandby borg, junto a la costa de la isla sueca de Öland, en el mar Báltico. Los restos de su muralla ovalada son claramente visibles.
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 ??  ?? LABORES de excavación en Sandby borg. Únicamente se ha excavado en torno a una décima parte de sus 5.000 m2 de superficie.
LABORES de excavación en Sandby borg. Únicamente se ha excavado en torno a una décima parte de sus 5.000 m2 de superficie.
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CLARA ALFSDOTTER, especializ­ada en arqueologí­a funeraria, trabajando en la reconstruc­ión de dos cráneos de Sandby borg.

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