EL PAÍS DE UN CABALLERO
viaje con la intención de medirse con cuanto caballero se cruce a su paso, para engrandecer el honor de su dama.
La fama alcanzada por Ulrich ha llegado hasta nosotros no sólo a través de sus hazañas y sus obras: el caballero estirio quedó inmortalizado en las páginas de uno de los códices caballerescos más importantes conservados hoy día, el Codex Manesse. Confeccionado a principios del siglo XIV, es la recopilación más completa de poesía de los minnesänger, ilustrada, por si fuera poco, con 137 miniaturas de página entera, entre las cuales destaca la del propio Ulrich von Liechtenstein.
Jean le Maingre, Boucicaut
En la segunda mitad del siglo XIV, los campos de batalla de Europa confrontaron los ideales de la caballería con la realidad de una forma de guerra cada vez más orientada al choque de infanterías. A resultas de este choque, la caballería perdió el papel esencial que había desempeñado en los dos siglos anteriores y, a lo largo del siglo XV, quedó reducida a una suerte de vacío espectáculo cortesano, cuyas formas y ceremonial se hicieron más abigarrados a medida que la caballería se alejaba de los campos de batalla. En este período de transcición surgieron algunas figuras memorables, como la del caballero Jean Le Maingre (13661421), más conocido como Boucicaut.
Jean heredó de su padre no sólo su nombre y apodo (Boucicaut, el Bravo), sino también la proximidad al poder, pues era el mariscal de Francia. En su infancia fue paje en la corte y con tan sóolo doce años participó en su primera expedición militar. De él nos han llegado las referencias al extenuante método de entrenamiento que seguía y que le permitía realizar proezas, con la cota de mallas puesta, que a día de hoy nos parecen impensables. Boucicaut corría grandes distancias, practicaba saltos desde el suelo hasta la silla de montar de su caballo, hacía acrobacias varias e incluso era capaz de trepar por escaleras de mano sólo con la fuerza de sus brazos. No es de extrañar que el bueno de Le Maingre fuera el amo de los campos de batalla europeos durante dos décadas, desde que con apenas dieciséis años combatió en la batalla de Roosebeke (1382), antes de la cual fue armado caballero.