UNA CORAZA PARA EL REY
En la caja catalogada como apareció embutida una coraza formada por gruesas teñido de rojo, dispuestas en filas horizontales mantenidas en su sitio mediante un pequeño cordón de cuero. Las hileras superiores van cubriendo parcialmente las hileras inferiores y todas están
compuesta por seis capas consecutivas de lino.
LosLos primeros textos egipcios que mencionan carros de combate datan de la dinastía XVII. Este medio de transporte acabó convirtiéndose en un símbolo de prestigio y categoría social a partir de la dinastía siguiente, la XVIII, cuando toda persona de calidad que se preciara debía hacer alarde de uno. No sólo porque con ello imitaba al rey, que lo utilizaba para ir a la guerra y aplastar a sus enemigos (como vemos en multitud de escenas decorativas), sino porque conducir un carro no era fácil; requería un duro entrenamiento y mucha práctica, y porque mantener a los caballos que lo arrastraban era un dispendio sólo al alcance de los más pudientes, ya que conllevaba numerosos gastos: el forraje y el pienso para los animales, los establos, los palafreneros... En la tumba de Tutankhamón se hallaron seis carros intactos, aunque desmantelados. Como los ejes eran demasiado anchos para el pasillo de entrada fueron serrados, y las ruedas, desmontadas. Como estaban decorados con hojas de oro repujado, cuando los ladrones de la tumba arrancaron el metal quedaron bastante maltrechos. Recientemente, Christian Eckmann ha conseguido reconstruir varias placas de arnés destrozadas por los saqueadores. egipcia siriapalestina egea