RUINAS DE PERSÉPOLIS
La capital persa fue fundada por Darío el Grande, que inició la guerra contra Grecia proseguida por su hijo Jerjes.
Heródoto cifra ese ejército con exageración en 1.700.000 infantes y 80.000 jinetes. A esto añade una flota de 1.200 naves que debía prestar apoyo militar y logístico. Aunque las estimaciones modernas más razonables lo reducen a 80.000 soldados en fuerzas terrestres y 600 naves, se trataba, sin lugar a dudas, de un gran ejército. Durante su avance por las regiones de Tracia, Macedonia y Tesalia todos los pueblos se rindieron sin lucha, atemorizados por el poder y el renombre del rey persa. Sin embargo, cuando Jerjes llegó a las Termópilas a mediados de agosto se encontró con alguien dispuesto a plantarle cara.