La fiebre del hot dog
A finales del siglo XIX se difundió en Estados Unidos el gusto por los “frankfurts” servidos en un panecillo
En el siglo XIX, los emigrantes alemanes en Estados Unidos difundieron la moda de comer un “frankfurt” servido en un panecillo.
PerritosPerritos calientes! Deliciosos bocadillos de salchichas embutidas en un panecillo, con cebolla, mostaza u otros condimentos, acompañadas de patatas fritas y alguna bebida burbujeante. Parecen un invento reciente, pero en realidad son bastante antiguos. Al fin y al cabo, las salchichas fueron inventadas en el Próximo Oriente siglos antes de Cristo y Homero las menciona en La Odisea. En cuanto a la salchicha que se emplea para los perritos calientes, de sabor y textura característicos, tiene su origen en la ciudad de Fráncfort del Meno en el siglo XIII, aunque la fecha exacta es objeto de discusión.
Lo que sí está documentado es que en 1852 la cofradía de carniceros de Fráncfort empezó a comercializar un tipo especial de salchicha de cerdo: especiada, delgada y ligeramente curvada, ahumada a bajas temperaturas
y luego hervida en agua durante ocho minutos, lo que le daba un sabor especial. Les llamaron Frankfurter Würstchen (literalmente «salchichas de Frankfurt») y tuvieron a partir de 1860 lo que hoy llamaríamos «denominación de origen» para protegerse de las imitaciones.
Al otro lado del Atlántico
La salchicha de Frankfurt llegó a los estados Unidos de la mano de los numerosos alemanes que emigraron durante el siglo XIX llevando consigo su gastronomía. Al principio todo el proceso de elaboración era artesanal. Las salchichas se preparaban en el ámbito doméstico o se compraban al carnicero del barrio, que trabajaba a pequeña escala. En la década de 1860 empezaron a usarse las primeras picadoras de carne a vapor que permitieron la producción industrial de salchichas y hacia 1890 todo el proceso estaba mecanizado, lo que posibilitó la producción en masa masa y el abaratamiento del producto. Las salchichas de Fráncfort empezaron a difundirse entre la población en general mediante puestos de venta ambulantes, pero no hay manera de saber quién fue el primero que las vendió metidas dentro de un panecillo ni dónde y cuándo lo hizo, aunque todos los indicios apuntan a la ciudad de Nueva York, el gran puerto de entrada para la población inmigrante, y a la segunda mitad de la década de 1860.
Según el historiador Richard F. Snow, exeditor de la revista American Heritage, el inventor del perrito