No aptos para paladares refinados
caliente fue uno de esos inmigrantes, Charles Feltman, llegado a Estados Unidos procedente de Hannover, que había abierto una panadería en Brooklyn en 1865 y vendía sus productos en la playa situada al sur del distrito: Coney Island, que desde la apertura del ferrocarril se había convertido en el gran centro recreativo de Nueva York. A sugerencia de sus clientes, comenzó a vender salchichas introducidas en panecillos alargados. La fórmula tuvo un éxito inmediato, lo que permitió a Feltman abrir en 1871 un restaurante en Brooklyn llamado Feltman’s Ocean Pavilion.
LOS PERRITOS CALIENTES pueden considerarse como un precedente de lo que hoy llamamos comida rápida o comida basura; al menos se encuentran críticas parecidas por el sabor y la mala calidad de los ingredientes. Así, ya en 1886
el periodista y escritor H. L. Mencken aseguraba que los «frankfurts» que él había probado contenían «la misma seudosalchicha de goma INDIGERIBLE que comen millones de estadounidenses». De ellos goteaba una mostaza «insípida», y su único punto a favor
radicaba en el hecho de que estaban envueltos por «auténticas [bollos] alemanas hechas de harina de trigo horneada hasta quedar crujiente, y no los panecillos empapados hechos de BELLOTAS molidas, yeso de París, motas de esponja de baño y aire atmosférico».
Sin embargo, en los archivos del periódico The Brooklyn Eagle se han encontrado artículos que sugieren que Feltman no llegó a Coney Island hasta 1871 y que jamás se dedicó a la venta ambulante de salchichas. Sólo tras vender su panadería en 1874 habría abierto el Ocean Pavillion, dirigido a una clientela adinerada y que se especializaba, como su propio nombre indica, en pescados y mariscos. Tras la rebaja en las tarifas del ferrocarril, el mismo periódico se hace eco de las quejas de Feltman por la avalancha de gente de baja condición social que llegaba a Coney Island. Pero el empresario acabó plegándose a la realidad y ganó mucho dinero adaptando su oferta a los gustos de esta nueva clientela plebeya, vendiéndoles ingentes cantidades de salchichas. Feltamn murió en 1910, muy rico, y su obituario no menciona para nada las salchichas o hot dogs.
Otro periódico local, el Brooklyn Daily Times, publicaba el 7 de marzo de 1904 el obituario de Ignatz Fischmann, un panadero de Coney Island al que atribuía la creación del panecillo alargado para las salchichas. Los apellidos Fischmann y Feltman tienen un vago parecido, y ambos fueron panaderos… ¿Puede el mito popular haber mezclado a ambos?
Un origen incierto
Otra versión afirma que incorporar panecillos para envolver el producto fue idea de otro inmigrante alemán llamado Feuchtwanger, en San Luis, en 1880. Feuchtwanger daba guantes blancos a sus clientes para que pudieran comer las salchichas recién hechas sin mancharse ni quemarse los dedos, pero los clientes no devolvían los guantes. Habrían sido su esposa o su hermano, también panadero, quienes le convencieron de emplear panecillos. Sin embargo es difícil de creer que usara guantes en vez de, por ejemplo, un simple palillo para ensartar la salchicha, mucho más cómodo para los clientes y barato para su
El consumo masivo de perritos calientes se asoció a eventos deportivos como el béisbol