LA CONDENA A MUERTE DE FILOTAS
MOSAICO DE LA CAZA DEL CIERVO, CUYOS PROTAGONISTAS HAN SIDO IDENTIFICADOS CON HEFESTIÓN (A LA IZQUIERDA) Y ALEJANDRO (A LA DERECHA). MUSEO ARQUEOLÓGICO, PELLA. entre ambos se habría iniciado a una edad muy temprana. Estaríamos, por tanto, ante casi veinte intensos años de compañerismo, confidencias y mutuo apoyo en un entorno convulso, hostil y a veces desconocido. Pese a todo, en los primeros años de la invasión del Imperio persa, durante las operaciones del ejército macedonio en las costas de Asia Menor, Hefestión desempeñó un papel muy discreto, reducido en la práctica a tareas diplomáticas. Sabemos que Alejandro le encargó nombrar a los nuevos gobernantes de Tiro y Sidón tras la conquista de ambas plazas y que fue herido en un brazo durante la batalla de Gaugamela, en la que dirigía la guardia personal del rey. Fue tras este decisivo enfrentamiento, en plena persecución de Darío, cuando se produjo un hecho determinante para el futuro del mando del ejército macedonio: la conspiración de Filotas.
Un punto de inflexión
Tras la conquista de las ciudades más importantes del Imperio persa, muerto ya Darío III, el ejército macedonio
SABEMOS QUE HEFESTIÓN superaba en estatura y belleza a Alejandro. Quinto Curcio incidió en ello al compararlo con Euxenipo, considerado el favorito del rey por su juvenil belleza, pero inferior a Hefestión por su carácter «afeminado». En Pella se conserva un mosaico de guijarros de colores en el que aparecen dos hombres semidesnudos y armados cazando un ciervo.
AMBOS TIENEN COMPLEXIÓN atlética y pelo castaño claro. El de la derecha, que agarra la cornamenta del animal mientras esgrime su espada, ha sido identificado con Alejandro. Su compañero, con hacha de doble filo, sería Hefestión, ya que su arma es característica de Hefesto, dios al que el joven debía su nombre. El perro que completa la escena podría ser Peritas, la mascota del rey. se internó en Asia Central. Entonces se desveló una conjura contra Alejandro Magno: Filotas, un aristócrata, fue acusado de no transmitir al rey las noticias que le habían llegado sobre la supuesta traición. Hefestión fue uno de sus más activos denunciantes y, según el historiador Quinto Curcio, propuso someterlo a tormento para obtener toda la información posible. La costumbre macedonia dictaba que en caso de conspiración contra el rey no sólo era ejecutado su autor, sino también toda la línea masculina de su familia, de manera que también fue asesinado Parmenión, padre de Filotas. Otro acusado, Amintas, hiparco o jefe de los hetairoi, la caballería de élite, salió indemne del proceso, pero murió poco después en el asedio de una aldea. Alejandro dividió entonces el mando de los hetairoi entre Hefestión y Clito.
Poco después de este impactante suceso, se produjeron otras dos ejecuciones en el entorno próximo del rey: la del propio Clito y la de Calístenes, cronista de la expedición. Todo apunta a una purga en los mandos del ejército de la que salieron beneficiados los miembros del círculo íntimo de Alejandro.