LA MADRE DE ALEJANDRO
Olimpia temía que su influencia sobre Alejandro disminuyera a medida que crecía la de Hefestión. Arriba, Olimpia en un relieve del taller renacentista de Andrea del Verrocchio.
La carrera de Hefestión adquirió desde entonces un ritmo vertiginoso. Había manifestado su apoyo incondicional al monarca en momentos tan críticos como el de la adopción de costumbres persas en la corte, sobre todo cuando Alejandro intentó implantar la ceremonia de la proskynesis, un gesto reverencial persa de sumisión al rey que los macedonios no estaban dispuestos a admitir.
Su fulgurante ascenso despertó los recelos de comandantes como Crátero, uno de los generales con más peso en el ejército, y ambos estuvieron a punto de cruzar sus espadas. A propósito de este conflicto, Plutarco nos ha dejado una frase lapidaria: «Hefestión era el mejor amigo de Alejandro, y Crátero el mejor
LA CERCANÍA DE HEFESTIÓN y Alejandro generó recelos entre ciertos miembros de la corte. El secretario personal del rey, Eumenes de Cardia, protagonizó uno de esos choques. Pero los más sonados se produjeron con Crátero, general macedonio, y con Olimpia, la madre del rey.
EN LA INDIA Hefestión llegó a las manos con Crátero. Alejandro intervino de inmediato y reprendió a su amigo en público: «¡Estúpido y loco! ¿No te das cuenta de que no eres nada si te apartan de mí?», pero a Crátero le recriminó su actuación en privado. Olimpia escribió a Hefestión amenazándole por aprovecharse de su hijo, a lo que Hefestión respondió: «Deja de acusarnos y no te enojes o amenaces. Y si no, nos preocupará poco; pues Alejandro es el más poderoso». amigo del rey», lo que parece sugerir que la posición de Hefestión no se debía a sus méritos personales, sino a su amistad con el soberano. La propia madre de Alejandro, Olimpia, escribió a su hijo para advertirle de que no dispensara tantos honores a sus amigos porque los hacía iguales a él.
Cada vez más importante
En Sogdiana, región comprendida entre las actuales Uzbekistán y Tayikistán, Hefestión comenzó a asumir un mayor protagonismo en las operaciones militares. Alejandro se vio obligado a dividir su ejército con frecuencia, tanto a causa de la guerra de guerrillas de la población local como por la amplitud que habían alcanzado sus conquistas. En este contexto, su amigo más próximo asumió encargos de mayor calado, como someter el territorio de los peucelotas, ya fuese por la vía diplomática o por las armas. El mayor protagonismo de Hefestión en el terreno militar no hizo que Alejandro dejase de confiar en él para tareas diplomáticas y logísticas. Cuando el ejército se encontraba en la región de